Una estrella guiada por la vocación

B.D.
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El jefe de la UCI del HUBU, José Antonio Fernández Ratero, protagoniza un emotivo pregón navideño en la nave central de la Catedral

José Antonio Fernández Ratero tuvo palabras de recuerdo para las víctimas de la pandemia. - Foto: Valdivielso

El amor que dieron en vida Manuela, Wenceslao, José Ignacio, Fidel, Emilio, Félix..., y que depositaron en el corazón de sus familias y amigos, es el verdadero sentido cristiano de la Navidad. Un amor que, en palabras de José Antonio Fernández Ratero, jefe de la UCI del Hospital Universitario de Burgos, han sembrado estas personas y todos aquellos que han fallecido víctimas de la covid y que en estas fechas tan especiales se hace aún más palpable.

Por ello, el recuerdo de quienes ya no están fue el eje sobre el que pivotó el pregón navideño que el doctor Fernández Ratero pronunció en la nave central de la Catedral en un acto organizado por la Fundación Cajacírculo y que abrió el nuevo arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ante autoridades y miembros del Cabildo.

Las emotivas palabras del responsable de la UCI trataron de llevar un mensaje de esperanza  a quienes más han sufrido por la pandemia. «La Navidad está salvada y se ha logrado gracias al amor que han dejado tantas personas», dijo, tras alabar el extraordinario humanismo que han mostrado pacientes, familias y trabajadores de la sanidad. En este punto, recordó los mensajes, las cartas, las fotografías e incluso el lenguaje invisible que han recibido los enfermos a través de quienes les cuidan y que han servido para atenuar «la soledad y esa carga tan tremenda que están sufriendo».

El arzobispo, Mario Iceta, deseó que 2021 sea «un año de luz y de alegría».El arzobispo, Mario Iceta, deseó que 2021 sea «un año de luz y de alegría». - Foto: Valdivielso

En su pregón destacó la importancia de los valores, especialmente en una situación de pandemia como la que estamos viviendo. Y tuvo palabras de agradecimiento para el trabajo asistencial que están desarrollando los profesionales en las residencias de ancianos, tan golpeadas por el coronavirus.

No olvidó a sus compañeros del hospital, un colectivo que ha luchado sin descanso y cuyo trabajo, esfuerzo y dedicación han estado guiados por esa estrella que es la vocación de servicio. «Nosotros en la UCI vivimos el milagro de la Navidad, y que se concreta en esa palabra que es el amor», apuntó, tras hacer una defensa de la sanidad pública.