Es imponente la iglesia de San Millán de Los Balbases; domina sobre un cerro horadado por bodegas, lo que hace que su estampa sea de todo punto singular. Templo a caballo entre el último románico y el gótico, es una joya: fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 1992. Sin embargo, está en serio riesgo de venirse abajo. La de San Millán es una de las 85 iglesias BIC de la provincia, y una de las que urgen una actuación inmediata por su estado desplorable. La Diócesis de Burgos, consciente de ello, está trabajando con la Junta de Castilla y León para, mediante un convenio, abordar la necesaria e imperiosa rehabilitación de éste y otros templos en situación similar. De los 85 inmuebles que ostentan esa declaración, seis llevan tiempo en estado comatoso, lanzando desde sus piedras seculares un S.O.S en toda regla.
Quizás el de San Millán de Los Balbases sea el que peor se encuentra: cerrado desde dos años, presenta una ingente cantidad de grietas en muros y bóvedas; su situación es absolutamente precaria, hasta el punto de que uno de los muros laterales de la nave se está desplazando. La culpa, una actuación realizada en torno a los años 50 del pasado siglo que cubrieron de hormigón las bóvedas. Hace unos años hubo que poner testigos: han reventado todos, con el consiguiente riesgo de que se venga abajo. José Manuel Villarán es su párroco y conoce al dedillo todas las dolencias del templo, que es una maravilla y que atesora joyas como un espléndido retablo con pinturas flamencas de Alonso de Sedano y un impresionante alfarje (techo mudéjar de madera labrada con todos los escudos nobiliarios existentes en la zona), ambos restaurados.

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