El Banco Santander va poco a poco concretando las oficinas afectadas por el Expediente de Regulación de Empleo(ERE) que pactó con los sindicatos a mediados del pasado mes de diciembre, y que conlleva el cierre de 1.032 oficinas, la amortización de 3.572 puestos de trabajo y la reubicación de 1.500 empleados. En la provincia de Burgos, según fuentes consultadas por este periódico, serán diez las sucursales que echarán la persiana mientras que hay 37 trabajadores implicados. Los dos primeros centros que resultaron afectados fueron los situados en las calles Clunia y Calzadas de la capital burgalesa. Sin embargo, la entidad financiera ha trasladado a los sindicatos sus previsiones de cierre hasta el próximo 7 de mayo, y que afectan a siete sucursales en Burgos y provincia.

Empezando por este mismo mes de marzo, el próximo día 26 cerrará la oficina situada en el centro comercial El Mirador, que pasará a atender en la delegación de la calle Condesa de Mencía, 118, en el G-3. Con la llegada de abril llegará el grueso de clausuras, ya que en apenas 31 días echarán la persiana hasta cuatro entidades.La primera será, el viernes 9, la situada en Roa, aunque no cerrará de manera definitiva sino que se transformará en una ventanilla destacada.Este modelo de atención que impulsa Banco Santander se basa en la atención durante días puntuales de la semana, manteniendo la mayoría de la operatividad actual. Coincidiendo con la fiesta de Castilla y León, el día 23, cerrarán hasta tres oficinas, todas ellas situadas en la capital: la de la calle Miranda, 3, que pasará a prestar atención a sus clientes en el paseo del Espolón, 12 y las de la calle Vitoria, 141 y del centro comercial Camino de la Plata, que dependerán posteriormente de la sucursal de la calle San Juan de Ortega, número 22.

Ya dentro del mes de mayo, de cara al día 7 el Banco Santander ha programado dos nuevas modificaciones: la primera conllevará el cierre de la sucursal de la calle San Antonio, 2, en Aranda de Duero, y cuyos clientes pasarán a la oficina de plaza Arco Isilla, 7, que se mantiene a escasos metros. Además, en Villasana de Mena entrará a operar un agente colaborador en la oficina de la entidad financiera, un autónomo que dará los mismos servicios que hasta la fecha pero amortización de empleados de por medio, según precisan desde los sindicatos

Quedaría aún por conocer un nuevo cierre, aunque el ERE no se completará hasta el mes de junio. Paralelamente, el Banco Santander ya ha aceptado la salida voluntaria de 1.019 empleados. Según UGT, la mayoría de las personas a las que se les ha aceptado esta adhesión voluntaria son ejecutivos comerciales y operativos. Respecto a las reubicaciones, se ha comunicado ya a 198 de los 400 empleados que se reubicarán en el área de Santander Personal.