Los datos del Instituto Nacional de Estadística indican que Villarcayo perdió casi 600 habitantes entre 2011 y 2021. Atraer nuevas inversiones, promocionar y vender la gran cantidad de suelo industrial libre en el polígono; mejorar la productividad de las empresas ya asentadas en el municipio con medidas de eficiencia energética o conectividad; o apoyar el despegue de nuevos emprendedores y startups son algunas de las medidas que pondrían remedio a esa despoblación. Para ello, el Ayuntamiento villarcayés proyecta crear un Centro de Emprendimiento y Desarrollo Integral (CEDEIM) en las aulas libres del antiguo colegio.
A principios de año ya presentó el proyecto a una convocatoria de ayudas de la Junta de Castilla y León, que aún no ha dado respuesta oficial, pero que muy posiblemente pueda financiar parte de esta iniciativa, como avanza el alcalde, Adrián Serna. Además, el grupo de gobierno ha insistido y acaba de acudir a una línea de subvenciones de la Secretaria General para el Reto Demográfico. Si finalmente, llegan las ayudas de ambas administraciones, regional y central, se valorará cual es la más adecuada.
El proyecto presentado ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico requiere de una ayuda de 214.667 euros, que equivale al coste estimado del equipamiento y de los dos profesionales que precisa el proyecto durante un periodo de dos años. La idea es sostener el centro con apoyo externo durante 24 meses para su arranque y, si se logran objetivos, después sería el propio Ayuntamiento el que correría con los gastos con su presupuesto.
En líneas generales, el centro persigue tres objetivos, como resume Serna. El primero sería el de asesorar a nuevas empresas interesadas en instalarse en el municipio de Villarcayo y a las ya existentes para mejorar su productividad y garantizar su pervivencia; el segundo, habilitar un espacio coworking o vivero de empresas para emprendedores de toda la comarca; y el tercero, crear una Oficina de Desarrollo Industrial para el impulso del polígono villarcayés, donde ya hay asentadas 90 empresas. Algunas de ellas cuentan con una gran proyección a nivel nacional e internacional. Es el caso de Embutidos Ríos, Cartonajes Lantegi o el Grupo Komtes.
Los recursos humanos que el CEDEIM necesitará, tal y como está planteado, son un técnico especializado en desarrollo local y en comunidades energéticas que conozca las necesidades del municipio y de sus empresas, y un administrativo. Si los planes municipales llegan a buen puerto, el centro podría iniciar su actividad el próximo mes de enero. La ayuda solicitada al Ministerio serviría para sostener sus nóminas y para el equipamiento de sus instalaciones con mobiliario, ordenadores, proyectores, etc.
Energía y turismo. Ambos profesionales deberán de trabajar, además de en todas las áreas descritas, también en el ámbito de la eficiencia energética, apoyando la creación de comunidades energéticas en el municipio, o en el del turismo sostenible, ofreciendo actividades y eventos relacionados con la educación ambiental y la cultura.
Los resultados que busca con todo ello el equipo de gobierno son claros y se podrán comprobar en el número de habitantes, el número de empresas del polígono, o la población activa que sostengan las empresas de Villarcayo. El éxito del CEDEIM se medirá en base al aumento de empresas y de los nuevos empleos que generen, algo que con mucha seguridad conducirá a un aumento del número de habitantes. Actualmente, la tasa de desempleo en Villarcayo es del 11%, su población asciende a 3.942 habitantes y el número de personas en activo en sus empresas suma un total de 2.566, pero muchas residen en municipios cercanos.
De convertirse en realidad, el CEDEIM sería el único centro de sus características en Merindades. Su fin también sería poner en contacto directo a los organismos públicos y privados con la idea de trabajar en equipo y "conectar a todos lo sectores".