Los melgarenses no fallan a sus piscinas, durante el verano se convierten en la atracción principal para la mayoría de sus vecinos. Con sus amplias instalaciones pueden gozar de un campo de fútbol, una red de voleibol, clases de zumba, cursos de natación, gimnasia acuática... y estas son sólo algunas de las actividades que los habitantes y veraneantes de Melgar pueden disfrutar.
Para los que repelen el sol, los terrenos de las piscinas cuentan con una gran cantidad de zonas de sombra donde poder jugar a las cartas, dar patadas a la pelota o hacer trenzas, como es el caso de Irati, Laia, Jare y Nahia, cuatro niñas que pasan aquí todas las tardes del verano.
«Como en casa en ningún sitio», reconocen Ángel, Oscar, Diego y Famny, que viven en Melgar durante todo el año y que, aunque alaban las instalaciones, piden una pista de pádel para rematar sus días. En la misma línea, Reyes y su bebe Carlota, vecinas de la localidad, admiten están hasta las ocho entre meriendas, risas y chapuzones. Mamen, que trabaja en el Ayuntamiento, confirma que las instalaciones no podrían estar en mejor momento, «tenemos una piscina olímpica, otra para los más pequeños, un césped muy amplio y muchos espacios de sombra» manifiesta, aunque también es autocrítica al indicar que, «aún nos queda la reforma de los vestuarios», reconoce. También hay vecinos que saben aprovechar las nuevas tecnologías para disfrutar de su pueblo, «gracias al tele trabajo puedo vivir en Melgar y venir por las tardes a pegarme un remojón», cuenta Daniel. Otros más afortunados pueden disfrutar de más tiempo de vacaciones, «aprovecho mi tiempo libre para venir aquí a disfrutar de la tranquilidad y de un buen baño, para mí, las mejores piscinas son estas», comenta Enrique, profesor en Burgos. «Con esta última ola de calor se ha notado que viene más gente, sobre todo los fines de semana» admite Marta, la socorrista, que también confirma que no se encuentra con muchos problemas a lo largo del día. Otros usuarios aprovechan las instalaciones para sacar su lado más competitivo, «vivimos en Melgar todo el año y venimos aquí todas las tardes de verano para jugar al voleibol, aceptamos a cualquiera que quiera enfrentarse a nosotras», desafían Enara, Ana y Lorena, que también se toman tiempos de descanso para un buen chapuzón.
Aunque toda la importancia se la lleve el agua, los vecinos tienen otro lugar favorito en el recinto, el bar, que cuenta con todo tipo de helados, gaseosas, cervezas y chucherías. Para muchos es el lugar de encuentro donde poder disfrutar de algo refrescante a un precio económico. Alejandra es muy querida, sobre todo por los más pequeños que están encantados de pedir su dulce favorito cada tarde de verano. Esta melgarense lleva siete años regentando el bar y las taquillas de las piscinas, y a pesar del calor que hay en el interior del local sigue disfrutando cada año.