Uno de los cinco jóvenes identificados por robar el bolso con 3.000 euros a la dueña del Café Cironte, en la plaza San Bruno, ha ingresado en prisión tras ser detenido hace unos días en Burgos como presunto autor de sendos delitos de atentado a agentes de la autoridad y contra la seguridad vial.
Según informan fuentes policiales, el joven realizó una conducción temeraria y negligente, poniendo en grave riesgo a transeúntes y otros conductores, así como la vida de los agentes y de los ocupantes del vehículo que conducía, entre los que se encontraba un menor de corta edad. Además, carecía de permiso de conducir y se encontraba bajo la influencia de drogas y alcohol.
Por este último hecho pasó a disposición de la autoridad judicial, que ha decretado su ingreso en prisión.
Se trata de uno de los cinco jóvenes que el pasado 8 de febrero, a primera hora de la mañana, pegaron el 'palo' a la dueña del Café Cironte, en Gamonal. Un robo al descuido que, tal y como contó días después María Dolores -la víctima- a este periódico, fue grabado por las cámaras de vigilancia del establecimiento.
Las imágenes captaron a tres chicos que entraron en el bar poco después de las 8 de la mañana y pidieron varias consumiciones. Según explica la propietaria, tenían aspecto de haber pasado la noche "de fiesta". A los pocos minutos accedió otra joven a la que ya conocía de antes por ser la pareja de un chico del barrio que se quedó fuera, "como vigilando". "Parecen chavales que tienen algún tipo de adicción. Desde el principio tenían una actitud rara y hubo más clientes que se dieron cuenta", narró María Dolores a Diario de Burgos.
Las cámaras del establecimiento muestran a los jóvenes moviéndose por el establecimiento. Uno fue a la tragaperras, jugó un poco y volvió a la mesa. La chica se acercó a la barra, charló con el resto de sus compinches, salió a fumar y entró de nuevo. Así varias veces, hasta que definitivamente se marcharon. Fue entonces cuando la dueña del Café Cironte se percató de la sustracción de su bolso, en el que además de efectos personales, guardaba más de 3.000 euros en efectivo, destinados entre otras cosas al pago del alquiler.
El trastorno fue aún mayor para María Dolores por el resto de enseres que se llevaron consigo los ladrones: las llaves del local y de su vivienda, las del coche y toda su documentación. "He tenido que cambiar todas las cerraduras porque la Policía ya me había advertido que estos chicos pueden entrar porque no tienen nada que perder".
Tras recabar pruebas y muestras en busca de huellas dactilares, además de visualizar todas las imágenes registradas por las cámaras, los agentes de la Comisaría Provincial de Burgos identificaron a los presuntos autores. La Policía Nacional ha puesto a disposición judicial el relato de los hechos con la identidad de todos los implicados. Todos cuentan con numerosos antecedentes policiales, entre los que se incluyen los delitos contra la propiedad.