El 90% de calzadas romanas están destrozadas o desaparecidas

R. PÉREZ BARREDO / Clunia
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El historiador Isaac Moreno, una eminencia en la materia, denuncia el maltrato que han sufrido estas joyas arqueológicas en la provincia, cuya construcción compara con las pirámides egipcias

Cubierta por la maleza, y en paralelo a la carretera, Isaac Moreno señala la vía que conducía a Segisamone; al fondo, Clunia, de donde partía. - Foto: Patricia

Es una eminencia en la materia. Y una apasionada ametralladora verbal cuando explica, cuando cuenta, cuando señala, contextualiza, aclara y enseña. Siempre con ánimo pedagógico, pero con un arrebato que le convierten en un tipo de lo más singular. Isaac Moreno Gallo es, sin temor a equivocarnos, el tipo que más sabe sobre calzadas romanas de España. Y posiblemente de Europa. Este ingeniero de obras públicas e historiador burgalés lleva décadas estudiando la eficaz y deslumbrante red de carreteras que diseñaron los formidables, casi insuperables, ingenieros y topógrafos que tuvo el Imperio Romano, que jamás hubiese sido tal sin las vías que conectaron todos sus territorios. Isaac Moreno ha localizado e inventariado todas las calzadas romanas de Castilla y León, que son muchas más de las que podría en un principio imaginarse; ha arrojado luz sobre las sombras de esas cicatrices ocultas bajo la tierra a la vez que denunciado los desmanes que se han hecho con éstas.

La provincia de Burgos, cruce de caminos, cuenta con varias de estas vías, todas importantes. Sasamón -Segisamone- era un punto clave en este entramado: hasta cinco vías romanas confluían en tan importante ciudad, enre ellas la Italia-Hispania que unía Tarragona conAstorga, la llamada Vía del Oro porque muy posiblemente por ella transitaron cargamentos procedentes de las minas de Las Médulas.De todas las calzadas localizadas por Isaac Moreno quedan restos magníficamente conservados en muchos tramos, si bien en todas ellas los siglos, los desmanes, las nuevas infraestructuras o las concentraciones parcelarias han dado al traste con tan valioso patrimonio por más que las administraciones supiesen de su existencia.

Moreno, que se ha convertido en un exitoso youtuber (los vídeos que cuelga en su canal acumulan miles y miles de visualizaciones; uno de los últimos, en el que explica que en el Valle de Losa se encuentra la calzada romana mejor conservada de España -descubierta por él en 2010- ha superado en poco más de una semana las 225.000), se vale de unos años a esta parte de la avanzada tecnología para profundizar en sus estudios. Y el uso de drones se ha convertido en algo fundamental para este fin. A vista de pájaro, es capaz de localizar tramos kilométricos de las carreteras romanas. Lo que le duele profundamente es constatar como, con el transcurrir de los años, algunas de las vías que estudió hace ya mucho tiempo se han visto despedazadas. Es el caso de la vía romana que unía Clunia con Segisamone.

Conduce Moreno por carreteras y caminos como si se los supiera de memoria; busca una cuneta, cualquier senda, con una orientación prodigiosa, cual si tuviera una brújula en la cabeza. No necesita ni bajarse del coche: coloca el dron sobre el capó del vehículo, ajusta los mandos al móvil y a volar. Nada que ver con subirse a una avioneta, como hiciera durante tanto tiempo, para atisbar sobre el aire toda cicatriz que le diera pistas sobre una posible carretera romana. El dron le da rápida información, instantánea, y cada vez que se detiene en algún tramo de vía se le cae el alma a los pies: «Esta vía está destrozada. Es una verdadera pena», subraya en su viaje entre Solarana y Caleruega, tramo otrora fantástico en el que se conservaban muchos metros de talud romano, hoy troceado, devastado, por la maquinaria agrícola, la concentración parcelaria, la repoblación de arbolado, las nuevas infraestructuras viarias. La falta total de tacto, cuidado, mimo. Y la ausencia de señalización, cuestión que el historiador considera esencial para que estos restos arqueológicos no padezcan más desmanes. Por desgracia, la señalítica escasea en este tipo de restos.

Se lamenta Isaac Moreno del daño que ha hecho el arquetipo romántico historicista, alimentado por Hollywood o los cómics de Astérix y Obélix: «Qué es eso de que una vía romana tenía en la superficie adoquines o losetas. Eso no era así, ni mucho menos. Por esa vías de unos seis metros y medio de ancho discurrían principalmente carros que, con ese firme, no hubieran avanzado unos pocos metros. Lo más grave es que en las universidades aún se enseña eso. Es terrible el daño patrimonial que esta idea ha causado», subraya. Con todo, identifica rápidamente restos de esta importante vía que unió Clunia conSasamón.Restos fósiles de la columna vertebral, del esqueleto. «Son 2.000 años los que han pasado.Y todo el mundo ha colaborado en romperlo todo». 

Tiene identificados Moreno los 101 kilómetros de esta vía. Ha asociado todos los vestigios conocidos y los nuevos a un único trazado, confirmando una vez más la importancia crucial que ambas ciudades en la antigüedad, en cuyos núcleos urbanos convergían muchas carreteras. «Tres cauces de entidad es necesario salvar en el recorrido de esta vía romana: el río Esgueva, el Arlanza y el Arlanzón. Los tres pasos quedaron guardados por ciudades romanas importantes, constatadas hoy por sus yacimientos. La del Castro de San Pedro, en Pinilla Trasmonte, para el paso del río Esgueva. La de Solarana para el paso del Arlanza, aunque se encuentre a cierta distancia del río. Y la ciudad de Villavieja de Muñó en el paso del río Arlanzón. Podemos afirmar que la infraestructura de esta vía romana, una vez examinada y analizada en su totalidad, supuso un enorme esfuerzo constructivo parta la época, por el hecho de haberse constatado el aporte de un gran volumen de materiales para su construcción en todos sus tramos. Precisamente, la naturaleza de los materiales gruesos en las capas inferiores del firme hace a la vía muy evidente donde se conserva, al alzar una buena altura desde el suelo y hasta ha posibilitado su conservación, siendo estos materiales un hueso duro de roer por el arado».

Lo demuestran varios puntos que Moreno encuentra con sorprendente facilidad, en catas realizadas hace unos años. Una de ellas está en mitad de un bosque de encinas y sabinas, que se ha ido comiendo la calzada; otra, ya cerca de Caleruega, se conserva magníficamente: señala el investigador las sucesivas capas de piedras y zahorra que convertían estas carreteras en pistas preparadas para soportar tráfico pesado y el paso del tiempo, de tantos siglos.«Son obras formidables, como pirámides horizontales. Lo que ha sucedido en los últimos cincuenta años es una catástrofe patrimonial sin precedentes. Hace medio siglo aún se conservaban aproximadamente la mitad de las calzadas romanas. Hoy apenas queda un 10 por ciento, y están en estado calamitoso». Ya cerca de Clunia, que se atisba al fondo, Isaac Moreno muestra un tramo de vía que unía esta ciudad conSegisamone. Ha sido tajada, maltratada, pero su diseño y su ejecución fueron tan perfectas que hoy, dos mil años después, queda huella visible de una de las carreteras que trazó el primer gran imperio de Occidente.

La información detallada sobre las calzadas romanas de la provincia de Burgos se puede encontrar en la web www.viasromanas.net. Si quieren disfrutar de una charla magistral sobre estas carreteras de la antigüedad, busquen a Isaac Moreno en Youtube. O no se pierdan su programa 'Ingeniería romana' que triunfa en TVE. Lo van a disfrutar.