La progresiva aplicación de la nueva Ley de Educación (Lomloe), que entró en vigor en enero del año pasado, incluye para el próximo curso uno de sus aspectos más fundamentales. Se trata de las modificaciones de los currículos de las distintas etapas en los cursos impares, lo que implica un cambio en los libros de texto, mientras que en los pares esta medida se adoptara en el ejercicio 2023-2024. Tanto colegios como institutos han esperado hasta el último momento para adoptar una decisión al respecto debido a la incertidumbre que les genera el hecho de que los nuevos contenidos propuestos por la Junta de Castilla y León sean aún borradores y no textos definitivos.

Esta situación ha generado desconcierto no solo entre los equipos directivos de los centros, sino también entre las familias, que esperaban a conocer si sus bolsillos se iban a resentir o no por esta modificación en un momento especialmente difícil debido al incremento generalizado de los precios. La mayoría de los colegios públicos de la capital han optado por mantener los libros del curso pasado al considerar que se trata de recurso más en la enseñanza. «Adaptaremos los textos actuales y e incorporaremos los materiales adicionales para los nuevos contenidos», explica Beatriz Torres, del Juan de Vallejo, quien, a modo de ejemplo, menciona la incorporación de la asignatura de Pensamiento Computacional.

(Más información, en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)