La Policía vigila el reparto de comida contra el narcotráfico

F.L.D. / Burgos
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El Grupo de Estupefacientes, que sobre todo persigue puntos negros, investiga si hay delincuentes que tratan de 'disfrazar' sus pases de droga haciéndose pasar por recaderos

La Policía vigila el reparto de comida contra el narcotráfico - Foto: Alberto Rodrigo

El negocio de la droga en Burgos es el propio de una ciudad pequeña. Traficantes que esconden su actividad ilícita en pisos que utilizan también como pequeño almacén e incluso laboratorio rudimentario. Son los llamados 'puntos negros' que los delincuentes cambian para huir del foco policial. Los malos, dicen en la Comisaría Provincial, siempre tratan de ir por delante. Pero el Grupo de Estupefacientes pisa los talones a muchos de ellos. El desmantelamiento de numerosos narcopisos en los últimos años les obliga a variar continuamente de estrategia. Camuflar 'camellos' como repartidores de comida es una práctica detectada en otros territorios y los investigadores burgaleses están muy alerta para evitar que esa práctica se instale aquí.

La lucha antidroga no es una ciencia exacta. Es más, se puede decir que entre los traficantes reina cierta informalidad que supone un hándicap para la Policía Nacional a la hora de iniciar una investigación. Dicho esto, lo que tienen claro en la Policía Nacional es que en Burgos la mayor preocupación se centra en los puntos negros. No sólo son un quebradero de cabeza para los 'estupas', también para vecinos que sufren a diario el trajín de clientes que recorren sus escaleras para pillar una dosis. Los avisos anónimos han sido de gran ayuda para que en los últimos años se hayan desmantelado más de una decena en diferentes barrios de la capital.

«Son pequeños traficantes. Ni siquiera podemos calificarlos de mediana escala porque su nicho de negocio ilegal es muy pequeño en una ciudad así», explica el inspector al mando del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial de Burgos. Al no haber un perfil tipo, ni unas características comunes, cada investigación es un puzle diferente. «Hay algunos delincuentes que toda la vida han estado relacionados con este mundo, o con otro tipo de criminalidad como los robos. Otros, sin embargo, tienen una vida normal, un trabajo que les proporciona un sueldo todos los meses, pero que se meten en el narcotráfico porque ven quieren más dinero», añade.

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