Una llamada al Centro de Emergencias 112 de Castilla y León alertó el sábado a eso de las dos de la madrugada de la colisión de dos turismos en la calle Alcalde Martín Cobos. Sin embargo, cuando llegaron los agentes de la Policía Local solo vieron un vehículo que se había estrellado contra una farola a la altura del número 16, frente a Nicolás Correa. Dadas las características del siniestro, todo hacía pensar que el exceso de velocidad era la causa más probable, pero faltaba por encajar la última pieza del puzle y ese aviso a la sala de alertas podía ser clave. La Fiscalía abrió una investigación e imputó al conductor del coche accidentado, un joven de 26 años, un delito contra la seguridad vial. El cuerpo municipal solicitó a las fábricas de los alrededores las cámaras de seguridad ante la posibilidad de que todo ocurriera en el marco de una carrera ilegal.
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