No más obstáculos

F.L.D.
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A Sonsoles Conde le sancionaron por dejar el coche en carga y descarga al no poder hacerlo en plazas de discapacitados por estar ocupadas. Pide más espacios y más empatía para regular el aparcamiento

Sonsoles advierte de la falta de plazas para personas con movilidad reducida en el centro. - Foto: Patricia

Aquella mañana llovía a cántaros. Aparcar en el entorno de la calle San Pablo un día así es casi una misión imposible, más para una persona con movilidad reducida. A Sonsoles Conde, que tenía clase en la Universidad Popular, no le quedó más remedio que estacionar en una zona de carga y descarga de la calle del Tinte al ser la más cercana a su destino. Tiempo después, le llegó una multa de 200 euros. Cuando fue a la sección de sanciones de la Policía Local recibió algo peor que una negativa a retirar la denuncia: falta de empatía. 

Son varias las cuestiones que mosquean a una mujer que cada día se encuentra con numerosos obstáculos. La primera y más evidente es la escasez de plazas de estacionamiento reservadas para personas con movilidad reducida, queja con la que coincide con otras personas que sufren este problema y sobre la que han debatido en numerosas ocasiones. «La norma dice que tiene que haber una por cada cuarenta. Imagino que si contamos las de barrios periféricos y entornos sin tanto problema de aparcamiento la ciudad cumplirá, pero es evidente que en el centro hay mucha escasez», advierte. Desde luego, en la zona donde se vio obligada a dejarlo en carga y descarga las opciones son más bien pocas. Hay dos en la calle Miranda, sí, pero ninguna más en unas cuantas manzanas. Habría que irse a la calle Doctor Fleming, junto al Cenieh.

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