Un mes. Eso ha durado el periodo de negociación del convenio de oficinas y despachos, que engloba las condiciones laborales de más de 2.100 trabajadores en la provincia de Burgos. Patronal y sindicatos, tras varias reuniones, llegaron ayer a mediodía a un principio de acuerdo que ahora las bases de UGT y CCOO deben reafirmar en una asamblea con sus respectivos afiliados. La firma final del convenio se producirá, si nada raro ocurre, a mediados del presente mes de julio, antes de las vacaciones.

En términos económicos, los dos millares de empleados burgaleses verán cómo sus nóminas crecen entre el presente ejercicio y el 2026 hasta un 10,5%. Durante el primer año de vigencia del mismo, este 2023, las retribuciones aumentarán en un 3,5%, mientras que en el segundo lo harán en un 3%. El tercer curso los salarios subirán en un 2,25% para que en 2026 lo hagan un 1,75%. Desde la parte social lamentan no poder haber conseguido mejores cifras para los trabajadores, aunque aseguran que son guarismos superiores a los que se han logrado pactar en otras provincias dentro del territorio de Castilla y León.

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