Clemente González: "Somos uno de los motores de Miranda"

Ó.C.
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ENTREVISTA | El presidente del Grupo Alibérico, Clemente González Soler, explica la situación global tras la pandemia y justifica la estrecha relación que tiene con Miranda. Lo hace en representación de un referente mundial del aluminio

Clemente González Soler, presidente del Grupo Alibérico. - Foto: DB

El Grupo Alibérico gana peso en Miranda. En noviembre empezarán con las pruebas en la que será su tercera planta en el polígono de Bayas, que representa un nuevo proyecto para la ciudad y que encaja en un cambio de estrategia de su planificación, porque «antes queríamos tener fábricas en muchos sitios y ahora lo que queremos es vender en todo el mundo pero fabricar lo máximo en España», aclara el presidente del grupo y responsable de las factorías de Alucoil y Alintra. Estas son las dos que tiene en Miranda, desde que en 1996 abrieran la primera «a pesar de que en un primer momento lo íbamos a hacer en Alicante».

Desde entonces su presencia en Miranda ha ido creciendo y pronto sumarán una nueva planta.
El grupo Alibérico apuesta por España, por Castilla y León y por Miranda. Tenemos doce fábricas en siete comunidades y tres están en la ciudad porque nos encontramos a gusto y por eso una cuarta parte de nuestros puntos de producción están en Miranda. Lo estamos porque el entorno es favorable, por la cercanía de la Comunidad y del Ayuntamiento, y todo esto ha posibilitado que nosotros abramos la tercera fábrica en Miranda.

¿Qué es lo que hace el grupo Alibérico en la ciudad?
Alucoil no ha parado de crecer y en ella fabricamos paneles composite, de los que vendemos millones de metros cuadrados de panel para todo el mundo y además tenemos líneas de pinturas. En Alintra trabajamos para hacer piezas terminadas para medios de transporte de masa como autobuses, trenes y barcos. Este producto tiene presencia en los techos de autobuses eléctricos o los suelos de los trenes AVE. Ahora hemos empezado a fabricar quirófanos completos.

¿Y en la tercera?
Estamos montando una línea de producción. Lo vamos a hacer en una nave que compramos a una empresa que cerró, en la que ubicamos inicialmente Alintra antes de que la lleváramos a la planta en la que estaba Gamesa. En este punto que estaba sin actividad vamos a desarrollar una nueva tecnología que es propia, que se llamará Durolac para pintar piezas, chapas o paneles. Hemos estado dos años y medio para diseñar la tecnología para hacer una línea única en el mundo, que permitirá dar una serie de pinturas especiales de calidad, en cantidades pequeñas y con rapidez, que es lo que pide el mercado. Con esto queremos potenciar nuestras exportaciones, básicamente para el sector de la edificación.

¿Qué calendario manejan para poner en marcha esa nueva línea?
Estamos haciendo el montaje y empezaremos las pruebas en noviembre, con el objetivo de que entre en producción ese mismo mes o a primeros de diciembre. Esta inversión también pensábamos hacerla en otro sitio, pero hemos cambiado de idea, no porque nos den subvenciones, sino porque nos ha apoyado la Junta y el Ayuntamiento, ofreciendo esa cercanía de las administraciones, que tiene que ver con la eficiencia y la capacidad para solucionar problemas.

¿Cuántos trabajadores tienen ahora en Miranda?
De manera directa tenemos unos 160 ó 170. Somos una empresa muy automatizada por lo que también contamos con mucha gente que trabaja en el departamentos como el de innovación y desarrollo, control de calidad, en ingeniería... Hay mucho técnico y eso tiene mucho que ver con el nivel de formación y con el de retribución. Somos una empresa industrial y tecnológica, lo que da valor añadido.

Alintra lleva aproximadamente año y medio en funcionamiento y la nueva línea está por desarrollar, ¿tiene mucho margen de crecimiento el Grupo Alibérico en Miranda?
Tenemos que crecer y que contratar gente. Con todo esto tenemos capacidad para generar empleo, no solo directo sino también indirecto porque tenemos muchos proveedores y damos mucho trabajo a empresas de la zona, porque preferimos tener cerca a las locales. Eso es apoyar más la posición industrial de Miranda, que perdió varias fábricas grandes y nosotros somos uno de los motores de la ciudad en generación de empleo y de riqueza. Nosotros trabajamos desde Miranda y exportamos a 90 países. Hay muchos clientes que vienen y conocen el entorno, por lo que somos una referencia internacional para la ciudad. Desde aquí enviamos nuestro material para elementos significativos como el metro de Moscú o grandes proyectos de plantas de tratamiento de residuos en China.

Eso habla de la buena referencia que hay de los productos producidos en las factorías de Miranda...
La exportación para nosotros representa dos tercios de nuestra volumen de negocio y para eso hay que hacer las cosas bien.

Usted sostiene que el mundo está cambiando y la economía por lo tanto también, ¿hacia dónde vamos?
Vamos a un nuevo mundo que en mi opinión va a ser cada vez menos global y más local. Antes de la pandemia todos pensábamos que íbamos hacia un mundo globalizado, pero la covid nos ha cambiado a todos y esto va a seguir así por mucho tiempo. Vamos a ser menos globales y más locales, por eso las administraciones y los gobiernos van a tener que pensar que hay dos elementos clave para defender, que son la industria alimentaria y una industria mínima esencial y estratégica, para no depender de terceros.
¿Ahí están ustedes?
Ahí estamos nosotros en muchas de las cosas que hacemos, en concreto con el aluminio. La pandemia esta no sabemos cuándo se va a ir, pero hemos visto que las guerras, los cierres de fronteras van a hacer un mundo más local. Por eso los países tendrán que tener unos mínimos y creo que España va a estar ahí. Además también hay que tener muy en cuenta un nuevo concepto, que es la garantía de suministro de materias primas. Hay fábricas que están parando por problemas de este tipo y nosotros estamos preparando una estrategia para ser una economía circular dentro del grupo y asegurarnos la materia prima para no depender de terceros. Estamos viviendo un momento muy complicado en un entorno en el que las materias son escasas y caras, aunque ahora no tenemos problemas porque somos un grupo grande y hemos tomado nuestras previsiones.