Más especialistas para ampliar el uso de la cirugía robótica

GADEA G. UBIERNA
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El Da Vinci de Burgos es el menos utilizado de la región. Urología, Ginecología, Cirugía General, Pediátrica y Otorrino negocian con el HUBU, porque hay que acudir a Estrasburgo

Los servicios que emplean el robot quieren utilizarlo en más patologías y asegurar que siempre haya relevo para usarlo. - Foto: DB

Urología, Cirugía General y Pediátrica, Ginecología y Otorrinolaringología, los servicios que ya hacen o han hecho cirugía robótica en el HUBU, van a pedir este mes a la dirección que autorice la formación de otra tanda de especialistas en el manejo del robot Da Vinci para poder utilizarlo más. El hospital burgalés ha hecho alrededor de 500 cirugías de este tipo desde junio de 2018, un período en el que el hospital de Salamanca y el vallisoletano Río Hortega han superado el millar y el de León, unas 600. La diferencia con Burgos es notable, sobre todo con respecto al Río Hortega, que es el hospital de la Comunidad más similar al HUBU, tanto en pacientes de referencia como en cartera de servicios.

Así, los servicios que ya manejan el robot están pendientes de sentarse este mes a hablar con la dirección del hospital para plantear cuántos especialistas más quiere formar cada uno, para qué patologías y concretar así en cuántos casos se podría autorizar, dado que el aprendizaje de la cirugía robótica requiere un tiempo de formación práctica y viajar a Estrasburgo para el examen final.

El Da Vinci es un robot, pero lo manejan cirujanos; es decir, operan personas. De hecho, hay un tipo de acreditación específica para el especialista que va a manejar los brazos del robot a través de una pantalla -acreditación que se denomina 'de consola'- y otra para los facultativos que se quedan junto a los brazos -acreditación 'de campo'- para colaborar o, en caso de que sea necesario, intervenir de inmediato.

El HUBUcomenzó su andadura con la cirugía robótica preparando a dos especialistas por servicio: uno para manejar los brazos del equipo desde la pantalla, que le permite trabajar con una visión similar a la que tendría si estuviera dentro del paciente, y otro para ejercer como ayudante. En casos como Urología (especialidad que hace seis de cada diez intervenciones de este tipo) o Cirugía General se ha preparado a más especialistas en este tiempo para mantener el ritmo de cirugías, pero en sendos servicios coinciden en que siguen siendo pocos para poder utilizarlo con mayor número de pacientes. En Cirugía General, por ejemplo, pueden manejar el equipo desde la consola 4 de los 23 especialistas y otros 20 están acreditados para 'ayudar' en la cirugía. Pero en el servicio llevan tiempo manifestando que quieren extender la cirugía mínimamente invasiva, y eso atañe al Da Vinci. Así que su planteamiento es conseguir formación 'de consola' para el mayor número posible de especialistas. En Urología, muy habituados al manejo del equipo con cerca de 400 operaciones practicadas)  proponen algo parecido; entre otras cosas para garantizar que no haya impacto si uno de los especialistas formados se va del HUBU.

Eso sucedió en Cirugía Pediátrica, que fue el primer servicio que usó el Da Vinci en menores. Pero el cirujano acreditado para manejar el equipo se marchó y no pudieron volverlo a emplear. Así que ahora quieren que, al menos, pueda prepararse otro facultativo.

En Ginecología hay dos especialistas formados y la idea es que ahora se preparen otros dos, uno para el manejo de la consola y el segundo para formar parte de la operación sin tocar los brazos.

Otorrinolaringología es el servicio que menos usa el robot, casi siempre para extirpar tumores de cabeza y cuello, pero quiere emplearlo para otras patologías. Y para eso, además de para garantizar continuidad, necesita gente.

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