Tras más de medio año investigando cómo funcionaba la red de recargas ilegales de las tarjetas del bus, la Policía Nacional concluyó que, como mínimo, entre enero de 2014 y primavera de 2016 se habían trucado tarjetas por importe de más de 133.000€. Para evitar que se repita este desfalco, que ha sacado los colores al Samyt, se va a contratar a una 'asesoría' especializada en fraudes informáticos.