Sacyl pide voluntarios en el HUBU para reactivar las peonadas

GADEA G. UBIERNA
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El año pasado hicieron 1.297 cirugías de esta manera. Ahora se espera que Traumatología se sume a los servicios que ya las tuvieron

Foto de archivo de un quirófano de Traumatología, donde también hay voluntarios para hacer peonadas. - Foto: Jesús J. Matías

Sacyl ha vuelto a poner sobre la mesa la intención de reactivar las peonadas en el HUBU o, lo que es lo mismo, la programación de un número concreto de cirugías que se tienen que hacer por las tardes, una vez finalizada la jornada ordinaria, y que se remuneran aparte del salario. Así, se ha empezado a pedir voluntarios dispuestos a asumir este trabajo, que, aun pagado, es extraordinario. La idea es que repitan los servicios que en el segundo semestre del año pasado hicieron 1.297 cirugías en el HUBU con esta modalidad -Oftalmología, Cirugía General y Plástica, Otorrinolaringología y Urología-, pero se intentará que se incorpore también Traumatología, dado que no solo es la especialidad del hospital con más pacientes pendientes de entrar en quirófano (1.685 personas), sino que también es la que registra las esperas más largas (251 días de media, algo más de ocho meses). 

En principio, sí hay traumatólogos dispuestos a operar también por la tarde, pero la negociación de las peonadas exige que tanto la dirección del hospital como la Consejería estén de acuerdo con el tipo de intervenciones que deben hacerse en esas horas de trabajo extraordinario. Algo que no se consiguió el año pasado, cuando el servicio se ofrecía a hacer unas cirugías que no eran las que Sacyl consideraba susceptibles de realizarse mediante peonadas (en la jerga oficial, autoconcertación). Así que, al final, no se las autorizaron. Ahora consta que en Traumatología hay especialistas dispuestos, pero tampoco es garantía de que al final vayan a hacerlas una vez que se reactiven. Cuestión para la que tampoco hay fecha exacta, porque la autoconcertación es para toda la Comunidad.

La actual Consejería de Sanidad recuperó esta práctica el verano pasado, doce años después de que se dejaran en suspenso porque, según palabras del entonces consejero, Antonio María Sáez, se prestaban «a cierta picaresca». Fuentes oficiales explicaron en el momento de reactivarlas que iba a haber una «evaluación continua» para verificar que en todo momento se cumplía el principal requisito para mantenerlas en los servicios autorizados: que salgan de la lista de espera más pacientes de los que entran. Es decir, que la demora 'no se engorda' de manera artificial. Y también se afirmó que una vez que concluyera el denominado 'plan de choque' de Sacyl -que, además de peonadas, incluía externalizaciones a la privada- se evaluaría su eficacia y el impacto real sobre las listas de espera, muy abultadas.

La previsión de Sacyl era que los hospitales con peonadas aprobadas sacaran adelante 250 cirugías al mes mediante esta modalidad; una cifra a la que el HUBU se ha aproximado, pero a la que no ha llegado. Al haber cerrado el año con 1.297 intervenciones realizadas con autoconcertación, la media mensual es de 216 operaciones. Cifra que se suma a las realizadas en la jornada ordinaria y que, al menos en el HUBU, sí permitió que la lista de espera global del hospital cayera alrededor de un 20% con respecto a la registrada a finales de 2021 (unas 1.300 personas menos).

Algo que se explica por las peonadas y por la derivación tanto a San Juan de Dios como a Recoletas, pero, sobre todo, porque por primera vez en años, el HUBU operó en sus 22 quirófanos a la vez. Pero aún así, el año cerró con más de 5.500 cirugías pendientes.

La intención de Sacyl con la reactivación del autoconcierto es mantener este ritmo y evitar más acumulación de pacientes.