El 29 de junio de 2023, Diario de Burgos publicaba a toda página que ese mismo día se iba a subastar en Barcelona un relieve románico del siglo XII, que se presentaba como perteneciente a la ermita de San Pedro de Tejada, de Puentearenas (Valle de Valdivielso). Una experta en arte románico del Museo Arqueológico Nacional leyó la noticia y decidió alertar a la Guardia Civil, que pudo frenar «in extremis» la venta de la pieza y paralizar la subasta, según confirmó ayer a DB la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Comenzaba la Operación Zaratrusta y una larga investigación para comprobar la procedencia de la talla en piedra que ha concluido 16 meses después con la recuperación ya oficial del relieve de La Adoración de los Reyes, ahora custodiado por el Museo de Burgos.
La iglesia valdivielsana perteneciente al antiguo monasterio de San Pedro de Tejada ya desaparecido. De propiedad privada y está protegida como Monumento Histórico Artístico Nacional desde 1935, por lo que cualquier elemento del templo que saliera de su interior o fuera desprendido de su exterior solo podía hacerlo de manera ilícita, es decir, mediante un robo o una venta que está prohibida por tratarse de patrimonio protegido. En este caso, se sabe que después de esa declaración el relieve seguía en la iglesia gracias al libro de José Pérez Carmona Arquitectura y escultura románicas en la provincia de Burgos, que en 1959 describía la talla en piedra con detalle.
Decía Pérez Carmona en su libro que «es interesante un pequeño relieve que se ve en el presbiterio al lado del Evangelio». «Aunque un tanto deteriorado, puede distinguirse el motivo que representa:La Adoración de los Magos, con las figuras dispuestas según la fórmula tradicional que luego veremos repetirse con frecuencia en el románico burgalés, esto es, la Virgen sentada con el Niño, a la derecha el primer rey arrodillado ofreciendo su don y detrás de él el otro que se vuelve para hablar con el tercero, ambos de pie», concluía.
Luis Araus, director del Museo de Burgos, muestra el relieve que custodian desde hace meses y que solicitarán tener en su colección permanente. - Foto: Miguel Ángel ValdivielsoPese a esta descripción, una representante de los propietarios -los Huidobro- afirmó ayer que no conocía la pieza ni había oído hablar de ella a la actual generación de la familia ni a la anterior. También dijo desconocer que el templo hubiera sufrido un robo o expolio, lo que podría explicar que nunca se presentara denuncia por la desaparición del relieve, como confirmó la Guardia Civil. Ahora, la iglesia «está no solo cuidada, sino muy mimada», agregó. Pero nadie sabe en qué año después de 1959 fue extraído del templo que únicamente abre a las visitas turísticas en julio y agosto, y el resto del año bajo demanda.
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