Decidieron marcharse con la música a otra parte, solo que ninguno de los instrumentos era suyo. Y para disimular, se inventaron un robo. Todo su plan ha quedado al descubierto gracias a la intervención de la Guardia Civil, que montó la operaciónRancho para desenmascarar a los sospechosos de desvalijar el conocido club de alterne de la carretera de Soria, por valor de 200.000 euros.
De fachada rosa y sobre un pequeño cartel de se vende, aún se lee el último nombre comercial con el que funcionó, Moonlight (luz de luna), aunque será difícil que dejen de llamarle Rancho Bill. La maleza rodea la entrada, que se puede franquear sin ningún obstáculo.Dentro poco queda de la barra americana y de las habitaciones. Fregaderos, mesas , encimeras, baldas, ventanas puertas, cámaras frigoríficas, grifería, muebles... Prácticamente todo lo que podía aprovecharse desapareció en mayo, según denunció entonces la propietaria del inmueble.
Las primeras gestiones de los agentes del Puesto Principal del Alfoz de Burgos permitieron localizar parte del material en una planta de reciclaje de residuos del entorno de la capital burgalesa, a las que se había vendido para obtener dinero líquido rápidamente. La dueña consiguió reconocer diferentes piezas y recuperarlas.
A partir de este momento, la Benemérita centró sus pesquisas en los actuales arrendatarios del establecimiento, ante la posibilidad de que hubieran urdido un plan para sacar provecho de todo el mobiliario existente, más tras saber que uno de ellos había presentado denuncia en Madrid por la sustracción en Burgos.
Durante la vigilancia, los agentes presenciaron una entrevista entre los tres sospechosos en Burgos, en la que estos observaban el contenido de una furgoneta. Cuando se disponían a marcharse, fueron interceptados. Un registro superficial del vehículo permitió intervenir varias mesas y taburetes que coincidían con los del local, por lo que fueron detenidos.
Más tarde se recuperaban en los extrarradios de la capital el resto de enseres sustraídos, incluidos colchones y espejos de baño. Con ellos, pretendían abrir un local similar en Madrid.
J.A.D.R. de 40 años, A.F.R. de 45, y S.N.N. de 32, son sospechoso de daños, hurto, apropiación indebida y simulación de delito.