El alcalde de Milagros se sube el sueldo y el de Roa lo medita

L.N. / Aranda
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Mientras, el regidor de Gumiel de Izán, sin retribución, se muestra partidario de que todos cobren al menos un euro por vecino como «pequeño incentivo». El de Torresandino seguirá ganando 6.600 euros

El alcalde de Milagros, Pedro Luis de Miguel (i.), cobrará 23.000 euros al año hasta septiembre de 2025; 19.740 euros recibe el regidor de Roa, David Colinas (c.). 6.600 euros continuará percibiendo Alberto del Val al frente de Torresandino.

Con el arranque del nuevo mandato, tras las elecciones municipales del 28 de mayo, varios alcaldes de la Ribera del Duero han aprovechado para revisar las retribuciones que perciben por ejercer sus cargos. Apenas media docena tienen sueldo. De ellos, los de Fuentespina y Milagros han optado por elevar esta cuantía, un asunto que ya se ha aprobado en sus respectivos plenos. En el caso de Pedro Luis Miguel, regidor de Milagros, explica que hasta ahora cobraba unos 1.000 euros netos y que pasará a ingresar alrededor de 1.200 euros mensuales por su dedicación parcial del 50%. En total, 23.000 euros anuales. Ahora bien, precisa que este aumento sólo se aplicará los dos primeros años de su mandato, mientras que en los dos últimos no cobrará nada porque tiene previsto jubilarse. «A partir de ahí cobraré mi jubilación», apunta Miguel, mientras subraya que así se generará un ahorro al municipio.  

«Soy de los que piensa que los alcaldes deberían cobrar. Un ayuntamiento te ocupa todo el tiempo y más, siempre hay cosas que hacer. Obviamente, el político debe corresponder con su trabajo y dedicación», asegura al respecto, al tiempo que recuerda que no siempre resulta fácil compaginar las labores de alcaldía con la vida profesional de cada uno. En el caso de Milagros, Miguel destaca que el municipio cuenta con multitud de dotaciones, a lo que se suma «la excesiva burocracia, que hace que siempre tengas que estar firmando documentos», entre otros asuntos.

Como Miguel, también la alcaldesa de Fuentespina, María José Mato, se ha subido el sueldo de 800 a 1.000 euros. Aunque este caso ha generado cierta polémica en el seno del PP, partido en la oposición, la regidora defiende que «todos los vecinos saben que estoy todos los días trabajando en el Ayuntamiento, incluso les atiendo en mi casa, y lo único que he hecho ha sido subir la retribución lo que me permite la ley». Aunque no hay una norma que especifique exactamente cuánto debe cobrar cada alcalde, la Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local sí impone un salario máximo. Así las cosas, cuanta menos población tiene una localidad, menor será esa cantidad. Por debajo de 1.000 habitantes, no hay una cifra de empadronados que marque una frontera entre los alcaldes que sí están pagados y los que no. Depende de una serie de criterios fijados por ley, así como de las decisiones particulares de cada Consistorio, acordadas en su pleno. 

En el caso del alcalde de Roa, David Colinas, asegura que tiene que pensarse si sube la retribución o la mantiene, fijada en 19.740 euros, de acuerdo a los datos publicados por el Ministerio de Hacienda. «No he decidido nada, lo miraré», indica, al tiempo que precisa que «siempre» ha defendido que resulta necesario retribuir a los alcaldes. 

Mientras, el regidor de Torresandino, Alberto Val, continuará ganando 6.600 euros anuales por su dedicación parcial del 25%. «Sigue en el mínimo, tal cual está desde hace varios mandatos», lo que se traduce en unos 430 euros al mes.

La mayoría lo ve justo. Aunque en el listado de Hacienda figura una retribución de 1.250 euros para el alcalde de Gumiel de Izán, Jesús Briones, matiza que no cobra nada y que tampoco se plantea establecer una remuneración. No obstante, aboga por compensar a todos los alcaldes con un euro por vecino como «un pequeño incentivo». Como él, la mayoría de regidores de la Ribera del Duero consideran «justo» y «necesario» que se les compense por las horas que dedican a su puesto y por la responsabilidad que conlleva, pero todavía hoy muchos no se atreven a plantearlo pese a que lo permite la ley.

La única dedicación exclusiva la percibe el alcalde de Aranda, Antonio Linaje. El Presupuesto de 2023 establece una retribución de 62.080 euros, una cifra que ha subido progresivamente desde los 58.726 euros consignados en 2021.