La Policía Local sorprendió en Burgos el pasado lunes 21 de agosto, sobre las 01:50 horas de la madrugada, a un joven ebrio que dormía en una furgoneta aparcada en la calle Santiago que no era suya.

Los agentes acudieron al lugar tras un aviso sobre un posible robo con fuerza de un vehículo estacionado, pero no hallaron rastro de daños en la furgoneta, pese a encontrarse abierta. Se procedió a su correcta identificación y en el registro corporal se le incautaron útiles para el consumo de sustancias estupefacientes y varios enseres personales. 

En su declaración manifestó que al encontrarse bajo los efectos de las bebidas alcohólicas había preferido no subir al domicilio y quedarse allí a dormir, al ver la puerta trasera de la furgoneta abierta. Al cotejar los datos de filiación con la base de datos de la Policía Local y al no tener nada pendiente con la justicia, y toda vez que no se le encontraron objetos pertenecientes al vehículo, se procedió a cerrar el mismo, instando al joven a abandonar el lugar.

Mientras esto sucedía, otra dotación de Policía Local que se acercaba a prestar apoyo, localizó en las proximidades a dos jóvenes que levantaron las sospechas de los agentes, resultando que a uno de ellos le constaba en vigor una reclamación del Juzgado de Instrucción nº 5 de Arenys de Mar (Barcelona) y otra del Juzgado de Instrucción nº 4 de Irún (Guipúzcoa) debido a varias causa pendientes, por lo que los agentes, una vez informado de los derechos que le asisten, procedieron a su detención e ingresó en calabozos, quedando a disposición judicial.