El sonido de Al Andalus triunfa en Atapuerca

I.L.H. / Burgos
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La banda morisca gana el certamen por la «original propuesta de fusión de las raíces ibéricas y mediterráneas». Tras ellos, Alén de Ancos y la Camerata Cervantina

Al septeto gaditano le tocó actuar en primer lugar, todavía de día y con una temperatura agradable. - Foto: Ángel Ayala

Aires del sur, melodías árabes, flamenco, zambras y bailes de boda granadinos. La música de Andalucía, el Magreb y Oriente Próximo que defiende La Banda Morisca  se alzó con el primer premio del certamen de bandas folk ‘Burgos, Raíz y Evolución’. El septeto gaditano obtuvo el respaldo unánime del jurado por «la originalidad de su propuesta que une las raíces ibéricas y mediterráneas, su profesionalidad, la vistosidad de la puesta en escena y la conexión entre países», resumió tras la deliberación Fernando Íñiguez, de Radio3.

Ataviados con turbantes, gorros o túnicas los músicos de La Banda Morisca animaron el ambiente con un tipo de canciones que hacían mover los pies aunque no quisieras, como ocurrió con La arboreá de la calabaza o el tema que contaba las correrías de una morita por tierras castellanas. Con músicos veteranos en esto de la tradición y la herencia cultural (varios de ellos han pertenecido a grupos como Radio Tarifa, La Jambre, Eduardo Paniagua, La Musgaña o Hevia World Music), La Banda Morisca hizo del lenguaje mestizo sureño el sonido de la noche, arropado por las melodías de buzukis, banjos, zurnas, cromornos, acordeones y baterías.

Tras los de Jerez de la Frontera el jurado abrió el debate con los otros dos grupos. El segundo puesto se lo otorgó a Alén de Ancos, el grupo gallego que tocó en la franja más fría de la noche: «Ha sido difícil porque las tres son buenas bandas. Alén nos ha gustado por la seguridad que ha demostrado a pesar de su juventud y la ejecución de una música que mezcla el sonido de raíz gallega e irlandesa». Los chicos de El Ferrol (La Coruña) mezclaron melodías gallegas y asturianas, el folk irlandés y los sonidos escoceses unidos a una voz que ponía la piel de gallina.

De La Camerata Cervantina destacaron «el sentido didáctico del concierto, el compromiso con la música tradicional y una puesta en escena divertida y a la vez respetuosa», comentaba Íñiguez tras repasar el momento abanicos.

Los de Alcázar de San Juan se subieron vestidos de negro, con instrumentos como el violonchelo, la flauta travesera o la guitarra y dijeron venir «a vender nuestra tierra y nuestro paisaje» con temas que fusionaban romances y jotas.  Pese al viento que soplaba (incluso volaron las partituras del atril), éste no hizo mella en los registros sonoros que consiguieron alcanzar con las voces, los instrumentos y las melodías rescatadas de la tradición oral.

El jurado del certamen estaba integrado por Fernando Íñiguez(RNE, programa Tarataña), Diego Galaz (músico), Joaquín García (músico), Regina Peñacoba (presidenta del Comité de Folclore Ciudad de Burgos) y Fernando Aguirre (ex componente del Colectivo Yesca). A esta primera edición del concurso de bandas de folk Burgos Raíz Evolución se presentaron un total de 25 grupos, entre los que el jurado seleccionó a los tres finalistas.

Los ganadores del concurso actuarán en el Festival Castilla Folk del año que viene, además de obtener 2.000 euros;el segundo estará el próximo agosto en el Demanda Folk recibiendo 1.000 euros, y el tercero participará en el Festival Pollogómez, de Villangómez, con un caché de 600 euros.