Piden más cámaras y control policial en el entorno de Hospicio

L.N. / Aranda
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Los vecinos critican que la zona «está de vergüenza» y que las peleas no cesan. Con la videovigilancia esperan cierta calma

Las cámaras de la calle Hospicio, en Aranda. - Foto: L.N.

Vecinos y comerciantes de la calle Hospicio y aledañas valoran de forma positiva que recientemente se hayan instalado un par de cámaras de videovigilancia en el cruce con Pedrote y Pizarro. De hecho, muchos apuntan que el Ayuntamiento de Aranda de Duero debería haber tomado esta medida «mucho antes» en un entorno que califican «de vergüenza» por las continuas peleas que se registran desde hace tiempo.

Si bien es cierto que estos dispositivos servirán para controlar el tráfico rodado y se enmarcan dentro del nuevo contrato de la ORA, quienes residen en esta parte del barrio de Santa Catalina consideran que el mero hecho de que el tránsito quede grabado les da «un poco de tranquilidad». Más que nada, dicen, porque quienes promueven las trifulcas «a lo mejor a partir de ahora tienen más cuidado», indica un vecino, mientras otra mujer añade:«Se monta cada movida los fines de semana... Es lamentable. A ver si con las cámaras se cortan un poco».  

En esta línea, el presidente de la asociación de vecinos de Santa Catalina, Antonio Adeliño, se remite a la expresión de que «el miedo guarda la viña» y muestra su apoyo a la instalación de estas cámaras, ya que llegado el caso, y por orden judicial, «podrían servir para tirar del hilo» y tratar de atajar  las disputas.  

Por su parte, varios comerciantes consultados defienden que se deberían colocar más cámaras, especialmente en la calle Pizarro. Así se pronuncia, por ejemplo, la responsable de una carnicería, al tiempo que reclama más vigilancia policial. «Es vergonzoso que esta zona, en la que apenas quedan cuatro negocios, esté así. La gente, sobre todo los que salen de fiesta, mean donde les da la gana, hasta en los portales. Es un desastre». Sin ir más lejos, el día de Reyes sufrió un desagradable incidente con un grupo de hombres en estado de embriaguez que intentaban orinar a la puerta de su negocio. Uno de ellos no dudó en amenazarles con una navaja. Inmediatamente dieron aviso a la Policía Local. Por eso, la mujer defiende que la calle Pizarro, junto a  Hospicio, «debería estar más controlada». A su juicio, la pena es que no se hayan instalado cámaras hasta ahora porque «llevamos mucho tiempo con esta lucha». 

Los testimonios se suceden. Otro hombre, de unos 40 años, admite que su padre evita pasar por estas calles y opta por Sol de las Moreras o Carrequemada por miedo a cualquier suceso. «Los vecinos están hartos. Yo creo que más que cámaras lo que hace falta es una presencia policial de forma permanente. Si no se ponen límites, los que la preparan tienen vía libre», zanja al respecto.