Castañares funciona de facto como un barrio más de Burgos aunque legalmente es una pedanía. La Ley de Racionalización y Sostenibilidad de las Administraciones Públicas de 2013 contemplaba su desaparición si se daban una serie de causas, entre ellas que lo soliciten la mayoría de los vecinos. En 2018 se hizo una votación informal en una asamblea y la mayoría decidió seguir como pedanía. Ahora se abrirá de nuevo este melón aunque con una consulta formal que se impulsará desde el área de Participación Ciudadana entre los censados, cerca de 300.
El vicealcalde y responsable de distritos, Fernando Martínez-Acitores, acudió el jueves, a petición vecinal, a una reunión celebrada en las antiguas escuelas y los asistentes le plantearon esta opción. «La idea es hacer una consulta en condiciones en base al reglamento de participación ciudadana».
El posible cambio no es sencillo, dado que el proceso conlleva numerosos trámites como el acuerdo, la exposición pública y la aprobación por el Ayuntamiento y la Junta. Desde hace cuatro años Castañares no cuenta con representante público, dado que ningún candidato se ha presentado a las elecciones municipales.
La llegada de más residentes ha reactivado que se baraje de nuevo convertirse en un barrio de la capital. El Ayuntamiento es el que corre con todos los servicios públicos: alumbrado, recogida de residuos, limpieza viaria o suministro de agua. Durante muchos años ha contado con un presupuesto para la organización de las fiestas, pero el hecho de no tener representante público ha lastrado también esta opción muy demandada por la población más joven.
En el encuentro celebrado esta semana, los residentes también aprovecharon para reclamar más seguridad vial. El hecho de que la N-120 atraviese la pedanía hace que el riego aumente por el continuo paso de vehículos, muchos de ellos pesados. Además, al ubicarse allí la ciudad deportiva también hace que hay trasiego de coches y jugadores hacia los campos de fútbol. Los vecinos también demandaron más iluminación y limpieza.
El vicealcalde tomó nota de todo y se comprometió a mantener una nueva reunión en el plazo de un mes para evaluar la respuesta a las demandas y los avances respecto a la consulta: barrio o pedanía.