Martín García Barbadillo

Plaza Mayor

Martín García Barbadillo


Empezó

13/03/2023

La fecha está marcada, 28 de mayo. Ese día se celebran elecciones, aquí locales. Y ya ha empezado la campaña, la búsqueda de la foto en el periódico, los segundos en la radio y la presencia en la retina y la memoria de los electores por parte de los y las candidatas a la alcaldía, que es a por lo que vamos en este negocio.

Y, qué quiere que le diga, las campañas electorales, la comunicación política o como se quiera llamar a este invento dan, en general, un poco de perecita. Por un lado, es todo como muy falso, ya sabe, unas señoras y señores de repente simpatiquísimos e hiperinteresados en escuchar de primera mano los problemas de los vecinos de tal o cual barrio o plantar tenderetes los domingos en el Espolón o la Plaza Santiago. Con un poco de mala suerte, además, según avance la campaña tal vez se caiga en el juego zafio de pasar el rato descalificando al rival o insultando directamente, que aburre como pocas cosas. Y, para colmo, al ser lo que es, una campaña local, se perpetra todo con menos medios que si fuera una elección nacional y, en consecuencia, es más cutre. Este es el panorama.

Por si no fuera suficiente, existen otros efectos colaterales: en los últimos días se han empezado todas las obras posibles en la ciudad, de hecho, no creo que exista una excavadora disponible a 100 kilómetros a la redonda. Peatonalizaciones, mercados provisionales, carriles bici... Y al ser todo a la vez, también inconvenientes circulatorios, claro. El precio de la democracia.

Lo curioso es que todo este circo, que no va a parar en dos meses y medio, posiblemente no mueva muchas posiciones. Es más que probable que la mayoría de las personas tenga decidido su voto o escoja por criterios en los que no influye la campaña (conversaciones con amigos, política nacional, cara o cruz el último día...), pero los implicados, que se juegan su curro, lo ignoran y no van a tener piedad ni ahorrar esfuerzos en hacer llegar su mensaje directamente a nuestras orejas, hasta atravesarlas si es necesario. Como se habrá dado cuenta, el y la candidata de los dos principales partidos de esta ciudad llevan semanas en este fregado poniendo en práctica todo el repertorio; ahí estamos sin remedio. El otro día, según recogía este periódico, protagonizaron un debate organizado por un colegio. Ambos coincidieron en que harán lo posible para no gobernar en coalición. Se lo recordaremos el día que firmen el pacto, que si pueden lo harán. Hasta entonces, paciencia. 
Salud y alegría