El Ayuntamiento de Miranda atajó en mayo el problema de los vertederos ilegales, después de que la Guardia Civil realizara un requerimiento. La Benemérita detectó hasta 12 puntos donde se acumulaban la basura de forma irregular y la administración municipal los erradicó. O esa era la intención, porque cuando ni siquiera se han llegado a cumplir tres meses desde la intervención estas escombreras han reaparecido. El mirador de Bayas alberga restos de obras; la calle Uruguay, en Ircio, tiene cascotes abandonados; el exterior de la antigua planta de tratamiento de residuos de La Nave está repleto de enseres; el camino de Las Matillas que rodea el Bullón acumula hasta parachoques; y en la explanada de la carretera Bilbao cercana a la AP-1 hay ladrillos, muebles y hasta el cadáver de un animal.
El trabajo de la administración municipal ha terminado siendo en vano y el dinero que tuvo que invertir ha caído en saco roto. Y es que el servicio para tratar los residuos que provienen de obras ilegales no está incluido en el contrato que firmó elAyuntamiento, según explica la concejala de Medioambiente, María Cueva. La edil recuerda que en mayo, cuando se realizó aquella intervención, el coste añadido para las arcas del Ayuntamiento llegó a los 10.000 euros. Nada más y nada menos.
La representante de IU-Podemos, que ha tomado las riendas de Medioambiente hace menos de dos meses, lamenta que los vertederos hayan rebrotado por los alrededores de su ciudad. Cueva explica que, en función de «los residuos que tengan», estas escombreras no solo generan un daño«visual», sino que también pueden tener un «impacto sobre la naturaleza y toda la fauna local».
Pero, además, la edil recalca el importante golpe que generan estos depósitos de basura sobre las cuentas del Consistorio, porque obligan a «utilizar un dinero que han pagado» los habitantes del municipio a través de «sus impuestos». Sobre esta cuestión, recalca que, bien sean 10.000 euros o cualquier otra cuantía, los vertederos ilegales restan financiación a «infraestructuras de Miranda, a traer más y mejores grupos de música en las fiestas, a hacer espacios para los niños o mil iniciativas» que podrían tener un impacto positivo.
Toda esta situación genera aún más frustración en Medioambiente porque la Concejalía ofrece todo tipo de «facilidades» a los mirandeses que necesitan retirar residuos, bien sean de grandes obras o mobiliario doméstico. Cueva recuerda que, para los primeros casos, el Ayuntamiento ofrece un amplio contenedor donde verter los escombros, que podría costearlo «quien haya contratado» los trabajos de albañilería. Por su parte, para la segunda situación, el departamento directamente realiza gratis la recogida de los objetos voluminosos «hasta un límite». La edil relata que «basta con llamar al número de teléfono que está en los contenedores para avisar de dónde se va a dejar, porque es hasta anónimo y encima esto evita el tener que desplazarse para tirarlo».
Con todo ello, la nueva concejala de Medioambiente recalca que «más fácil no se puede poner», de manera que «si todos arrimamos el hombro y usamos esas opciones para la recogida, se puede tener Miranda mejor, más limpia».