La afluencia de visitantes a Eucharistia, la décimo novena edición de Las Edades del Hombre que, desde el 6 de mayo y hasta el 10 de noviembre se celebra en la capital ribereña, se realiza a un ritmo ligeramente superior del registrado en la edición anterior, Credo, realizada en la localidad abulense de Arévalo. Gonzalo Jiménez, secretario general de la Fundación Las Edades del Hombre, promotora de esta muestra de arte sacro, realizó una «valoración satisfactoria» de su marcha durante este primer mes y consideró que se está «funcionando bien» sobre todo porque la gente que recorre las iglesias de Santa María y San Juan, sale satisfecha de lo que ha visto, lo que evidencia que se ha «construido una edición sólida, consistente, bien narrada, con piezas significativas y con un montaje singular en el que hemos arriesgado más».
Pese a esta apreciación, optó por mostrarse cauto y asegurar que no significa nada ya que son muchos los meses que aún tiene que permanecer abierta la exposición y muchos también las variaciones de los flujos de visitantes.
No obstante, Jiménez reconoció que es posible que a partir de las próximas semanas, con la llegada del verano y el periodo vacacional por excelencia, que se incremente de forma considerable la venta de entradas, aunque habrá que ver cómo evoluciona la llegada de turistas. «A lo mejor en Aranda recibimos más gente del Norte que a anteriores ediciones, pero todo depende de la ubicación», subrayó.
Para atender a los visitantes en las mejores condiciones, se está dispuesto a seguir aplicando modificaciones. En este sentido, ya ha empezado a prestar servicio en la plaza de la Sal el nuevo módulo portátil instalado por el Ayuntamiento de Aranda y que, junto a las taquillas existentes en la Plaza Mayor, hará las veces de Centro de Recepción de Visitantes. Además, se trabaja para mejorar la señalización de los aparcamientos para que aquellas personas que lleguen a Aranda en coche puedan estacionarlo y acceder a la muestra de forma rápida y sencilla.
Estas valoraciones se realizaron coincidiendo con el acto de agradecimiento que se realizó al visitante 25.000 a Eucharistia. Se trata de un matrimonio proveniente de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), además, vecino de Carmen Lafont, que ha aportado una obra a la muestra. Formado por Pascual Barrero, cuyas raíces están en Soria, y María Dolores Gómez, se reconocieron seguidores de Las Edades del Hombre, de cuyas anteriores ediciones solo se perdieron las primeras.
Tras recibir como obsequio un catálogo de Eucharistia, el grabado que se ha tomado como base para el cartel anunciador y una botella de vino de Ribera, aseguraron marcharse gratamente impresionados por la muestra arandina que, a su juicio, viene a demostrar que cada cita «se supera» con respecto a las anteriores. Pascual, además, destacó el carácter restaurador que tienen estas muestras que permiten no solo sacar a la luz piezas que si no, no podrían apreciarse, sino que además consiguen recuperarlas. «Me gustaría que se hiciera lo mismo en Andalucía», aseguró.