Con la implantación de la recogida selectiva de residuos puerta a puerta en los polígonos industriales, la empresa Urbaser ya ha puesto en marcha todos los cometidos previstos en el contrato por el que se adjudicó uno de los servicios más costosos para el Ayuntamiento, 16 millones de euros al año. Como ya se hiciera en enero en los sectores del comercio y la hostelería, ayer arrancó la recogida selectiva 'a la carta' en los polígonos industriales de Burgos Este, Villalonquéjar y Monte de la Abadesa. 

El objetivo es que en dos meses desaparezcan los contenedores de la vía pública y se evite así la proliferación a su alrededor de vertidos incontrolados que afean la imagen de estos entornos industriales. «El Ayuntamiento está convencido de que los polígonos industriales necesitan un cambio y este es un paso importante para que desaparezca los residuos que se generaban junto a los contenedores. Aspiramos a eliminar todos los puntos de vertido incontrolado y lograr que se separe y se recicle la mayor cantidad de residuos posible », indicó Inés Porras, delegada de Urbaser, que ayer supervisaba los trabajos en la naves de Pentasa. 

El arranque del puerta a puerta en las industrias ha sido más complejo que en el comercio y la hostelería por la dificultad de contactar con los propietarios pero finalmente ha tenido una buena acogida como pone de manifiesto el reparto en 2.159 cubos, de los que 834 son de resto, 775 de envases, 250 de basura orgánica, 176 de papel y 134 de vidrio. «Los cambios siempre dan miedo pero hemos tenido una buena acogida». 

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