La instalación de las barracas en las cercanías de Villatoro por las fiestas patronales de la capital burgalesa tiene repercusión más allá de las quejas ciudadanas por la lejanía de aquellas, de los propios feriantes o los vecinos del barrio que temen una semana larga de ruidos. También han levantado su voz los vecinos de las localidades del Alfoz Norte, obligados a tener que hacer un rodeo de hasta 15 kilómetros para desplazarse desde sus pueblos a la capital burgalesa.
Las quejas de estos desde el lunes no se han hecho esperar y muchos se han dirigido a sus respectivos ayuntamientos para mostrar su malestar. Un altísimo porcentaje de residentes en las localidades del Alfoz se desplazan diariamente a la capital burgalesa a trabajar o a estudiar; en algunos casos, como sucede en el comercio con horario partido, los trabajadores tienen que hacer hasta cuatro viajes diarios, lo que supone no solo mucho más tiempo de trayecto, sino también un aumento de coste económico, máxime teniendo en cuenta el precio al que está el combustible actualmente, según reconocen los regidores de Quintanilla Vivar y Merindad de Río Ubierna, María Aránzazu Blanco, y José María del Olmo, respectivamente.
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