Una historia de amor que nació de un título

S.F.L. / Briviesca
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El escritor Agustín Molleda redactó en sus viviendas de Salas de Bureba y Gijón y en menos de dos meses su primer thriller, 'La sangre corre por el canalón', a la venta en librerías e internet

El autor, Agustín Molleda. - Foto: S.F.L.

Un dicho con «poco sentido» cuyo significado ni él mismo comprende le ha servido para titular su primer thriller. La sangre corre por el canalón era uno de los recursos que empleaba cuando sus hijos le insistían para ir al cine y a Agustín Molleda no le apetecía. «¿Queréis ir a ver esta película?», les preguntaba en tono bromista. Los niños se enfadaban y le dedicaban algún que otro improperio. Décadas después, la frase continúa entre las expresiones que más emplea y a pesar de lo «tonta que a día de hoy sigue sonando» le llevó a pensar una historia que brotó precisamente de ese título.

Escrita a caballo entre Gijón y su segundo hogar, Salas de Bureba, la idea nació en plena pandemia -al igual que otros tres trabajos literarios- y tardó algo menos de dos meses en terminarla. Todo un récord que fue capaz de superar porque las cosas las tenía «más que claras». Había demasiado tiempo libre por aquel entonces y una mente repleta de imaginación con ideas dispares. La novela cierra un ciclo (tetralogía) dedicado, casi por entero, a las andanzas de niños, niñas, curas y monjas en el viejo hospicio leonés de San Cayetano, con fatales consecuencias, físicas y psicológicas, para los más pequeños y pequeñas del orfanato que él mismo sufrió durante los años que allí residió.
También  la puerta a la narrativa sobre sus viajes por España y alrededor del mundo, a pesar de que no han cesado ni lo harán a corto ni medio plazo. «Hace tan solo un par de semanas regresé de Eslovenia, donde, junto con algunos compañeros del Grupo de Montaña Ensidesa de Gijón, pude caminar, disfrutar y sufrir los Alpes Julianos. Toda una verdadera aventura que muchos amantes de la montaña desearían haber compartido. Pero no me detengo aquí, ni en esta novela ni en este último viaje, ni siquiera en la Bureba burgalesa, mi comarca de acogida», expone. 

Con este nuevo trabajo literario trata de desmontar, tanto para los creídos como para los descreídos, el mantra de «el amor es dar todo sin recibir nada a cambio. Nada en la vida en gratis; siempre hay una deuda que pagar y un motivo que agradecer. El amor, para conseguirlo y conservarlo, requiere esfuerzos, sacrificio y un gran valor para quererlo durante años», comenta. 

Para el inspector de policía Monteagudo (uno de los personajes), ese amor es una falacia, una melódica metáfora inventada por poetas y románticos perdidos y, pese a ese eslogan edulcorado en el que jamás creyó, no pierde la esperanza de pasar al bando contrario, al de aquellos que, en efecto, piensan que el amor es darlo todo sin recibir nada a cambio. Ahora, con el crimen que arbitrariamente cae sobre la mesa de su despacho, tiene la magnífica oportunidad de reverdecer laureles de juventud y hacerse, de una vez por todas, con Rita, la mujer de sus sueños, la que lleva persiguiendo desde que iban juntos a la escuela.

A diferencia de sus anteriores novelas que transcurren en el entorno de la comarca burebana o en la ciudad de la que procede, León, la trama de la recién publicada se centra en Madrid. Tampoco ha empleado recursos conocidos, como la historia de alguno de los personajes, y todo lo que los lectores descubrirán en un libro que «se lee con facilidad y rapidez», asegura, es pura ficción. Desde hace algunas jornadas se encuentra disponible en varias librerías de Burgos y Gijón y también en internet. Promete volver a la carga y publicar una nueva novela romántica antes de Navidad.