«Estamos en la calle, nos quedamos sin nada»

F.T.
-

Un incendio calcina la vivienda de una familia que llegó hace dos años a Mamolar. Tuvo que pasar la noche en la casa consistorial y ya ha sido trasladada a un hotel de Salas a la espera de buscar una solución definitiva

Domingo Ramos y su tres hijas de trasladaron a Mamolar hace dos años. - Foto: F2 Estudio Rebeca Ruiz

«Estamos en la calle, nos hemos quedado sin nada, sin dinero y vivimos de ayudas. Lo único que queremos es que nos den un piso en Salas o donde sea hasta que se arregle el tema de la herencia», aseguraba Domingo Ramos Gutiérrez, de 76 años, mientras contemplaba, acompañado de sus tres hijas, el estado en el que ha quedado su casa de Mamolar tras sufrir en la noche del domingo un incendio que se propagó a otras dos viviendas, una de ellas deshabitada.

Domingo y su familia, que hasta hace dos años vivían en Vitoria, se trasladaron a Mamolar, a la casa de los abuelos maternos de sus hijas, mientras se resolvía el cobro de una herencia, que no llega por desavenencias con otros herederos. «Vendimos el piso que teníamos en Vitoria y ahora no tenemos a dónde ir», asegura a las puertas de la casa consistorial, donde han pasado la noche y esperaban que los vecinos llegaran con la comida caliente para reconfortar el ánimo y conocer su destino para los próximos días.

 «Hemos perdido la casa, la ropa y la comida que teníamos para pasar estos días. No tenemos nada, nos marchamos con lo puesto», asegura María Ángel, la hija mayor, de 46 años y con una minusvalía del 39 por ciento (sus dos hermanas también tienen discapacidad), que es la que lleva las riendas de la familia y agradecía la colaboración de los vecinos, «porque nos han dado lo que han podido, pero estoy muy indignada y dolida por encontrarnos en la calle en esta situación teniendo una herencia para cobrar y porque nuestros familiares nos ha dejado de lado», lamentaba.

[más información en la edición impresa]