Alrededor de una docena de localidades de la Ribera del Duero se encuentran inmersas en la rehabilitación de viviendas municipales con la mirada puesta en atraer nuevos habitantes.Sin embargo, la falta de recursos que sufren los ayuntamientos pequeños está retrasando sus planes. Los alcaldes de la comarca constatan que existe demanda y que, especialmente a raíz de la pandemia, suelen recibir llamadas con cierta frecuencia preguntando por las opciones de encontrar casas para alquilar o terrenos para construir.
Han pasado casi dos años desde que en Torregalindo, Arandilla o San Juan del Monte decidieron ponerse manos a la obra y reformar algunas viviendas de propiedad municipal. Las obras, en la mayoría de los casos, aún no han terminado. «Es un proyecto que va poco a poco», admite Alberto Martín, alcalde de Torregalindo. En su caso, han acordado rehabilitar las dos casas de los maestros. Destinaron 40.000 euros en 2021 y otros 40.000 en 2022. En 2023 tendrán que afrontar todo lo relativo a tabiques y fontanería. «Es mucha inversión. Hay gente que quiere venir, pero la reforma vale un pastizal», agrega.
En esta línea se pronuncia Juan Carlos Rocha, alcalde de San Juan del Monte. «Cada año se hace una cosa. Es una eternidad. Me gustaría acabarlo de una vez pero no tenemos presupuesto. Esto parece una odisea», lamenta, en referencia al arreglo de una vivienda de unos 140 metros cuadrados que pretenden alquilar. Todavía les falta cambiar balcones y ventanas.
En Arandilla se repite la estampa. El Ayuntamiento puso en marcha hace tiempo la rehabilitación de una casa, situada encima del consultorio médico, y continúa «en proceso», como indica su regidor, Tomás Ángel Martínez. «A ver si ponen las ventanas este mes y puede estar terminada antes de primavera». En total, la inversión ronda los 10.000 euros, que se suman a otros 150.000 euros destinados al arreglo de una calle y del punto limpio.
Espaldarazo de la Junta. Mientras, en Peñaranda de Duero están de enhorabuena. La Junta de Castilla y León les concedió hace unos días una subvención directa de 235.000 euros para acondicionar un edificio en la calle Arias Miranda que comprende una manzana de tres adosados que precisan una rehabilitación integral y que se destinarán a alquiler social.
A ello se suma la reciente adjudicación por cerca de 93.000 euros de la rehabilitación de otro inmueble con fondos europeos. «Hay que buscar alternativas para lograr financiación», remarca su alcalde, Fernando Rioja, quien asegura que la falta de casas es uno de los grandes problemas que afrontan. «Claro que hay demanda, pero la gente no arregla y los precios son bastante altos», indica. Disponen de siete viviendas municipales: cinco están ocupadas y dos «son inhabitables».
Por su parte, el alcalde de Hontoria de Valdearados, Joaquín Bengoechea, apunta que dejarán para 2023 el arreglo de dos viviendas en el edificio de las escuelas. «Todavía no estamos en ello. Va despacio». Finalmente, el regidor de Villanueva de Gumiel, Felipe Nebreda, constata la creciente demanda. En su caso, las 4 viviendas del Ayuntamiento tienen inquilinos en la actualidad «y si hubiéramos tenido otras 4 también», sentencia.