Una práctica que decae

I.E. / Burgos
-

Las intervenciones de la Policía Local han conseguido que se reduzca el número de personas que hacen carreras ilegales

Una práctica que decae - Foto: Alberto Rodrigo

A pesar de que la Justicia no contribuye a erradicarlas, lo cierto es que las carreras ilegales están bastante controladas. Desde hace unos nueve meses no se han visto competiciones de velocidad organizadas en plena calle (jaleadas por sus seguidores), ni derrapes al límite en las rotondas. La presión de las patrullas de la Policía Local, las fuertes multas por conducción temeraria y también por reformas de importancia en los coches de participantes y espectadores y, sobre todo, el uso de los drones con cámaras de visión nocturna y térmica han zanjado una práctica que preocupa a los vecinos de Burgos desde hace más de 8 años y que ha puesto en riesgo su seguridad en muchas ocasiones.

La Policía Local da por controlado este fenómeno, aunque no lo considera erradicado totalmente, por lo que siguen atentos a cualquier rebrote del mismo. Dan por hecho que la pasión -mal entendida- por la velocidad y los coches no ha desaparecido ni lo va a hacer, sino que puede haberse trasladado a otros puntos de la provincia o a otras provincias con menos presión policial y menos riesgo a ser multados.

Nunca es descartable una carrera furtiva, pero en Burgos capital ha quedado claro que es posible perseguir esta actividad ilegal sin que sus autores se percaten en absoluto y con todas las consecuencias sancionadoras, que incluso pueden llegar al ámbito penal por claros casos de flagrante conducción manifiestamente temeraria con riesgo para las personas.

Los operativos policiales han contado con vehículos camuflados y agentes de paisano. Se han ubicado radares y coches camuflados en puntos estratégicos de los accesos y el interior de aquellos polígonos (Villalonquéjar IV, principalmente) donde se podían celebran los encuentros, principalmente las noches de los jueves, viernes y también en las del fin de semana. En consecuencia, la Policía Local también ha tenido que extremar operativos para evitar la acción de los 'soplones' que advertían de su llegada a las carreras.

Pero la puntilla la ha proporcionado la tecnología de la Unidad de Drones de la Policía Local, que ha permitido la toma de imágenes nocturnas de gran calidad y desde una distancia considerable (120 metros). Los conductores no tienen respuesta a un control desde el aire que, hoy por hoy, es casi imposible de detectar.