Además de inspiración y talento, a menudo para crear hace falta que acompañen las fuerzas y la motivación. Y si los astros no se alinean, la falta de estímulos puede dar al traste con una comprometida trayectoria. Paula Cuesta se alejó hace unos años de la pintura por la crianza y motivos personales: «No me daba la cabeza, ni la vida ni nada», reconoce. Hace un par de años volvió a animarse al encontrar a una maestra, Pilar López Báez, que le devolvió la confianza en lo que hacía y sobre todo le proporcionó las ganas de jugar con la pintura.

Recuperada la creatividad y tras nueve años de silencio expositivo en Burgos, la pintora ha regresado a casa. Paula Cuesta, que reside actualmente en Molina de Aragón (Guadalajara), muestra hasta el domingo en la sala de la Fundación Caja Rural una serie de cuadros creados con técnica mixta que combina óleo, acrílico, pastel, rotulador y lapicero y en los que se permite trastear con los colores, la composición o la temática. «En estos cuadros me esfuerzo por pintar de una manera más compleja a nivel compositivo. Está más meditado, saliéndome de mi zona de confort. Me impongo mis retos y me divierto. También hay una mayor combinación de colores», explica la artista.

Este Juego, como denomina a la muestra, está dividido en tres partes en las que se intuye el lado lúdico del hecho de pintar. Por un lado están los cuadros en los que retrata a sus hijos en momentos de esparcimiento. En segundo lugar, hay una serie de obras sobre gente mayor, un «género dentro de los retratos que me gusta especialmente». «Son rostros que dicen mucho -añade-, y que me permiten ser más libre a la hora de crear. Resultan cuadros muy expresivos y por otro lado, me gustan esos cuerpos no tan perfectos».

La tercera parte de la exposición está representada por los cuadros de mayor tamaño (como el que aparece junto a estas líneas) y que la pintora creó durante unos conciertos. «Acudí a ver al grupo Las Tolis, un grupo de chicas muy divertido. Uno era un concierto donde versionaban a Rafaella Carrá y otro cantaban temas de mujeres músicas que habían fallecido, que son las que represento en el cuadro».

Aunque lo más importante es el hecho de que Paula Cuesta haya rescatado su creatividad. «La oportunidad de exponer en solitario me ha obligado a pintar. Eso junto a las clases online de López Báez me ha hecho aprender lo que no aprendí en la facultad y recuperar la confianza. Porque tras unos años sin pintar lo del síndrome de la impostora estaba ahí».

La burgalesa juega aquí sus nuevas cartas en lo que considera una nueva época «turquesa, fosforita, ácida y tierna», una época «divertida» en la que se sumerge «en el juego de los elementos de la expresión plástica». La exposición Juego puede visitarse hasta el domingo, con horario de tarde hasta el viernes (de 19 a 21 horas) el sábado mañana y tarde (de 12 a 14 horas y de 19 a 21 horas) y último día solo por la mañana.