María Velasco lleva a escena las nuevas canciones de Tulsa

I.L.H. / Burgos
-

La dramaturga estrena junto a la compositora 'Amadora', un musical sobre el dolor cronificado de las mujeres de una generación atrapadas en lo invisible. En el Festival de Otoño de Madrid

María Velasco lleva a escena las nuevas canciones de Tulsa

No quiero hacer historia es el primer tema del nuevo disco que Miren Iza saca este año y con el que la compositora que está detrás del nombre de Tulsa presenta al personaje que da forma al trabajo discográfico y al espectáculo teatral que prepara con la dramaturga burgalesa María Velasco. Amadora, nombre del CD y el musical, es una mujer de mediana edad que a través de un dolor crónico vive una metamorfosis. Es una heroína de andar por casa, una madre abnegada y siempre a merced de los deseos ajenos que no se puede quejar, una mujer que ha vivido atrapada en lo invisible. «Hablamos de un dolor que ha cronificado como cierta generación de mujeres que han tenido poca capacidad de decisión sobre su vida, han sido reclusas del espacio doméstico y han tenido el imperativo de cuidar de los otros», resume la autora burgalesa.

Tulsa estaba trabajando con las canciones sobre esa idea y con la intención de presentar los temas en un formato que no fuera estrictamente un concierto cuando se cruzó en su vida el libro Parte de lesiones, de María Velasco. Empezó entonces una correspondencia entre ambas que ha dado origen al espectáculo que estrenarán en noviembre, dentro del Festival de Otoño de Madrid y bajo la producción de Teatro Kamikaze. «Cuando compartió conmigo esa idea, que surge también de su experiencia como psiquiatra, nos empezamos a intercambiar textos y canciones al darnos cuenta también de la afinidad que existía entre nosotras», explica Velasco.

«Miren es una poeta, yo diría que una literata que se ha colado dentro del mundo de la música (de hecho ha tenido cabida en festivales literarios como Eñe). Ambas tenemos un interés claro y marcado por el lenguaje poético y por una poesía a partir de lo cotidiano, a veces incluso a partir de los elementos más sórdidos de lo cotidiano. Por ahí nos sentimos cercanas.Pero además lo somos por nuestra experiencia biográfica. Miren es del País Vasco y hemos vivido experiencias similares respecto a esa herencia femenina de nuestras madres y también respecto a la educación afectiva», remarca la dramaturga, que en este caso ejerce a la vez como directora. «Siempre he coqueteado con la danza y la música pero en este caso es un formato ya deliberadamente híbrido de un teatro musical por oposición al musical comercial».

A Amadora le dan vida tres actrices que pertenecen a la escena alternativa y tienen una media de 60 años, una edad compleja para las intérpretes. La cuarta voz es la de Tulsa, que interpreta sus canciones en directo. «Esa música recrea la vida de evasión por la que Amadora empieza a traspasar las paredes de su hogar. Al igual que las luces menos realistas o el movimiento de unos cuerpos que han sido domesticados en la rutina del hogar y empiezan a danzar», explica la autora de los textos.

Con esos elementos Velasco y Tulsa -que por cierto actúa el viernes en Sonorama- plantean una vida con banda sonora, como una opción para «pensarnos la existencia de otras maneras y pensarnos libres». Con esa intención estrenan Amadora en Madrid y esperan poder traerla en breve a Burgos.