Las terrazas singulares se exponen al cierre

J.M./ Burgos
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El Ayuntamiento de Burgos no ha llegado a tiempo para colocar el pavimento y la norma exige esta solución desde el lunes en Sombrerería, San Lorenzo y plaza Roma

Terrazas adosadas a fachadas en la calle Sombrerería. - Foto: Valdivielso

La nueva ordenanza de Terrazas, que a efectos prácticos entra en vigor este lunes, está generando importantes dolores de cabeza al Ayuntamiento. Al problema que se presenta por el hecho de que centenares de negocios no han solicitado aún la renovación del permiso para sacar las mesas y sillas a la calle se suma que el Consistorio no ha llegado a tiempo para tener listo el pavimento podotáctil que la nueva norma exige para poder sacar veladores a la calle en las llamadas zonas singulares (las calles San Lorenzo, Sombrerería y plaza Roma). Es decir, en vías estrechas con tradición hostelera donde las terrazas van adosadas a las fachadas y las personas invidentes carecen de un itinerario seguro por el que poder transitar.

Esto significa que con la normativa en la mano, los bares ubicados en estas calles no podrán sacar las terrazas a la vía pública. Y aunque no se desprende que exista por parte del Ayuntamiento una predisposición o un celo especial para vigilar esta situación desde este lunes, lo cierto es que estos negocios se exponen a tener que retirar las mesas. Bien porque quieran ser escrupulosos con la ordenanza y no exponerse a posibles sanciones, bien porque cualquier denuncia obligue a la apertura de un expediente en la Concejalía de Licencias.

Por lo que se sabe hasta la fecha, el Ayuntamiento ha estado analizando hasta medio centenar de soluciones y parece que la que más convence es la que permite la colocación de una franja en el medio de estas calles con pavimento podotáctil muy similar al que se utilizó en su día en el bulevar. Su ejecución no sería ni muy laboriosa ni muy costosa, pero lo cierto es que ni siquiera se han llegado a contratar estos trabajos.

Cabe recordar que esta nueva exigencia parte de una sentencia del Tribunal Supremo que, en virtud de la Ley de Accesibilidad, defiende el derecho de las personas invidentes a tener un itinerario seguro. Es decir, a tener las fachadas libres de obstáculos. El Ayuntamiento, para salvar esta situación en lugares donde las terrazas tienen una larga tradición creó las llamadas ordenaciones singulares y propuso colocar en ellas un pavimento podotáctil (similar al que existe en los pasos de peatones).

Pero ésta no es la única preocupación, ya que centenares de negocios no han solicitado la renovación de la licencia y a partir del lunes podrían estar en situación irregular.

Por ello, la Federación Provincial de Hostelería hizo ayer un nuevo llamamiento a todo el sector (No solo a sus asociados) para que presenten las solicitudes a la mayor brevedad posible. Porque es preceptivo aunque no se quieran introducir cambios. En el día de ayer hubo una respuesta masiva, pero aún quedan muchos por cumplir.