Kyklos, el solo creado e interpretado por Javier Mario Salcedo, ahonda en el mito de Sísifo, en esa condena que lo obliga a arrastrar una pesada roca hasta lo alto de una montaña, que se vuelve a caer siempre en el momento de alcanzar la cima. Esa piedra que metafóricamente arrastró el coreógrafo se encontró ayer enfrente con la virguería gótica de la Catedral. A la sombra de la Capilla de los Condestables, con el inalcanzable cimborrio, volvió la danza a la Llana de Afuera con la sección Bailando con piedras, del 21 Certamen de Coreografía Burgos-Nueva York. Ya de noche, se anunció el palmarés. Tele(a)fónica, de Mireia Ruiz Novas, se aupó a lo más alto del podio, con un primer premio dotado con 3.000 euros. La pieza reivindica la danza como medio de expresión por sí misma.
La medalla de plata, que lleva aparejados 2.000 euros, se la puso el citado Javier Mario Salcedo y la de bronce, con 1.000 euros, se la colgó la valenciana Carolina Alacreu, con Com de costum, que transita entre el costumbrismo y la sátira.
Seis coreografías en total volvieron a dibujar una tarde-noche de danza. Y ya van tres. Antes de la hora de la verdad, entre el trasiego de turistas, peregrinos y niños, los elegidos ensayaban sus propuestas.
Lo hacía Salcedo acompañado de Sísifo, sin saber que se llevaría premio con una creación que representó en Burgos por segunda vez tras hacerlo en Tetuán (Madrid). Un solo que perfila a partir de la mitología, la lectura del ensayo El mito de Sísifo, de Albert Camus, retazos de su propia infancia, momentos atrapados en su día a día, la improvisación a la que se presta la calle... «Todos tenemos nuestras rocas, que van surgiendo en la vida y que tenemos que aceptar y aprender a vivir con ellas», anotaba como esencia de esta obra.
«Son muchas ideas que vienen, vas probando, alguna tiene una pequeña luz, otras las descartas enseguida. Ensayo-error», desvela como proceso de trabajo y añade que los momentos más inspiradores son los que le pillan fuera del estudio. La cotidianidad como musa: «La creación de esta pieza ha sido más que ensayándola, viviéndola».
Aunque no directamente, pero sí algo de ese mito de Sísifo palpita en Cita de refracción, la propuesta de los cubanos Prisma, que han hecho un largo viaje desde la lejana La Habana para bailar por primera vez en España. Su coreógrafo, Lázaro Alejandro Batista, habla del devenir al que se abandona el ser humano «y la capacidad para transformarse según las circunstancias que tenga, sobre todo con las relaciones y el conflicto que se establece con otras personas». No hay papeles que valgan. Batista remarca que el momento de cada uno de los bailarines determina la puesta en escena. Tristeza, alegría, dolor. «Somos lo más fiel posible al estado emocional», observa y enfatiza como constante la necesidad de no perderse de vista. En la mirada, y en los pies, reside la magia de la danza.
Hoy, primera semifinal de 'Danza en el Teatro' y apertura
De la calle al salón se traslada hoy el Burgos-Nueva York. El Principal (20 horas, 3 euros) enmarca la primera semifinal de Urbana y Contemporánea, que se han fundido en una, denominada Danza en el Teatro. Compiten It is done, de Alessandra Scalambrino; Continuum, de Niosbel Osmar González Rubio; Tus, ta, tum…, de Kateryna Humenyuk y Fernando Careaga; Da lontano, de Juan Tirado; Afterthought, de Marioenrico D'Angelo; Vulner(h)abilidades, de Bea Villabol; Figura, de Sara Angius; y Mamboretá, de Daniel Roces Gómez. Fuera de concurso, ARVINEDanza protagoniza la gala de apertura con EranEllas.