El reloj de la democracia echa a andar

Agencias
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Solo hay tres escenarios posibles: investir a Feijóo, a Sánchez o repetir las elecciones

El reloj de la democracia echa a andar - Foto: Alejandro Martínez Vélez

La fijación del debate de investidura los días 26 y 27 de septiembre por parte de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, activó ayer la cuenta atrás del cronómetro del trámite parlamentario. Un mecanismo ajustado a los tiempos marcados en democracia por la Constitución, que acompasa varios escenarios posibles: la formación de un Gobierno antes del 27 de noviembre o la repetición electoral el próximo 14 de enero.

El reloj empieza a correr a partir de la primera votación a la candidatura a la Presidencia del Gobierno del popular Alberto Núñez Feijóo, es decir, el próximo 27 de septiembre, cuando arranca un plazo de dos meses para que el Hemiciclo otorgue su confianza al nuevo jefe del Ejecutivo.

Así lo recoge el artículo 99 de la Carta Magna, que establece además que si ningún candidato es elegido en esos dos meses el Rey disolverá las Cortes Generales y convocará nuevas elecciones, que deben celebrarse en un plazo de 47 días, es decir el 14 de enero. Un período en el que son muchas las etapas posibles en el guion.

A la espera de abrir conversaciones con otros grupos el próximo lunes, Feijóo encara a priori una investidura fallida porque solo tiene 172 apoyos: los 137 diputados del PP, los 33 de Vox y los dos parlamentarios de UPN y Coalición Canaria.

Le hacen falta cuatro votos a favor, que podrían venir de los cinco diputados que tiene el PNV, o la abstención de Junts, una vía que a día de hoy está cerrada.

Sin límite de tiempo, ni de intervenciones, el popular debe exponer su programa político de cara a la legislatura y, en una primera votación, pedir la confianza de la mayoría absoluta de la Cámara Baja.

Si no gana esa votación en esos términos, el 27 de septiembre, tendrá que ir a una segunda en el plazo de 48 horas, el viernes 29, en la que le valdría con mayoría simple: más síes que noes.

Si Feijóo sale elegido, habría nuevo Gobierno, pero de no contar con el apoyo de la Cámara se abriría un nuevo escenario, que ya contempló el pasado martes el comunicado de la Casa del Rey.

En busca de apoyos

De acuerdo con lo previsto en el apartado 4 del artículo 99 de la Constitución, Felipe VI convocaría una nueva ronda de consultas en busca de un candidato que sí logre reunir los apoyos necesarios. Puede celebrar tantas rondas como sean necesarias en ese plazo de dos meses. En el caso de nombrar otro aspirante a la Moncloa, el Congreso volvería a celebrar un nuevo debate de investidura en el que el candidato debería de someterse al mismo guion en busca de una mayoría.

El presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, sería con toda probabilidad este segundo aspirante, pues ya ha comunicado al Soberano que se ve en condiciones de coser los pactos necesarios.

Actualmente el socialista cuenta con 152 apoyos, los 121 escaños del PSOE y los 31 de Sumar, con quien pretende gobernar en coalición. Le falta cerrar acuerdos con ERC (siete), EH Bildu (seis), BNG (uno), PNV (cinco) y el que se presenta como más complicado, JxCat, con siete diputados.

Si tampoco Sánchez lograra convencer a sus socios y ser elegido, se producirían nuevas rondas de consultas del Rey, que podrían conducir, o no, a nuevos debates de investidura.

Más allá del plazo de dos meses que marca la Carta Magna, no hay límite reglado sobre cuántas rondas y debates se pueden celebrar. Eso sí, agotadas todas las vías y transcurrido ese plazo, que se cumple el 27 de noviembre, se disolverían las Cortes Generales y el Monarca convocaría nuevas elecciones, que se celebrarían 47 días después, es decir, el 14 de enero.

Los partidos se verían abocados a una nueva campaña, que en este caso tendría una duración reducida, de ocho días en lugar de 15.

La campaña empezaría el 5 de enero, el día anterior a la festividad de Reyes.