La ciudad cuenta con más de un centenar de locales en los que se reúnen los jóvenes, los conocidos popularmente como chamizos, que no han contado nunca con una regulación municipal. Sin embargo, esta situación cambiará a partir de ahora cuando se apruebe la ordenanza en la que se ha trabajado durante el actual mandato. Al documento aprobado provisionalmente en el Pleno de noviembre del año pasado se presentaron una decena de alegaciones algunas de las cuales han sido estimadas.
Entre ellas, las del Partido Popular relacionadas con el régimen sancionador. Las multas por cometer infracciones muy graves se han reducido a la mitad, de modo que se penalizarán con 3.000 euros en lugar de con 6.000. Entre ellas, destacan realizar actividades en un chamizo sin la correspondiente autorización o con ella revocada, obtener un rendimiento económico con la explotación de los locales, incumplir en un 50% el limite máximo de aforo o cometer dos faltas graves o muy graves en un año.
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