Desmontando a Herzog y De Meuron

D. ALMENDRES / Burgos
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La próxima construcción de las torres Dúo y Zenit recuperará parte de la idea original de los arquitectos suizos, aunque el incompleto corredor urbano seguirá alejado del plan diseñado hace dos décadas

La plataforma diseñada para el tranvía se reserva actualmente al paso de autobuses y taxis. - Foto: Jesús J. Matías

Puede haber mil factores de gran peso, sobre todo económicos, capaces de condicionar el desarrollo de un proyecto de la envergadura del diseñado por Herzog & De Meuron para la ciudad de Burgos. El masterplan de los arquitectos suizos no escapó de los avatares del destino y de los sucesos socioeconómicos sucedidos en las últimas dos décadas y se encontró con un puñado de esos obstáculos que impiden ver al detalle la propuesta real llamada a cambiar el modelo urbano para el siglo XXI.

A punto de finalizar 2023 ni siquiera se ha acabado de cerrar el trazado dibujado para el bulevar. Casi 13 años después de la apertura del primer tramo ya se asume que la realidad del corredor dista mucho de lo dispuesto en el mencionado masterplan, aunque siempre hay brotes verdes que invitan a cambiar la perspectiva de un entorno aún infradesarrollado.

La zona de Cellophane se convertirá dentro de pocos años en el mejor ejemplo de lo que era la idea original impulsada por la venta más importante realizada por el Consorcio para la Gestión de la Variante Ferroviaria (integrado por el Ayuntamiento y la Fundación Caja de Burgos). 

Parcela donde se levantará la torre Zenit.Parcela donde se levantará la torre Zenit. - Foto: Jesús J. Matías

Esa inyección de 22 millones de euros por las parcelas (TE-8 y TE-9) permitirá que se levanten más de 300 viviendas y los proyectos previstos revitalizarán el entorno a imagen y semejanza de lo concebido por Herzog y De Meuron. La construcción de los grandes edificios en el entorno de la vieja estación de ferrocarril contribuirán a recuperar la esencia perdida por el camino con la apuesta por las torres Dúo y de la torre Zenit como nuevo 'techo' de la ciudad con sus 72 metros de altura.

Sin embargo, este haz de luz que brilla al fondo del largo túnel no es suficiente para iluminar el planteamiento a futuro, ya sea a corto o medio plazo. Ya en 2012 el entonces alcalde, Javier Lacalle, admitió que la obra pendiente no podría ejecutarse con los parámetros estéticos y de calidad establecidos por los arquitectos contratados por el Consorcio.

El caso es que la larga avenida imaginada aún no ha conseguido la consolidación urbana pretendida y más de una decena de solares esperan respuesta mientras afean la imagen del entorno como ejemplo de lo que pudo ser y de lo que quién sabe si será algún día.

El mantenimiento de los bancos circulares (originalmente verdes) y del resto del mobiliario es un quebradero de cabeza.El mantenimiento de los bancos circulares (originalmente verdes) y del resto del mobiliario es un quebradero de cabeza. - Foto: Jesús J. Matías

A la ausencia de desarrollo urbanístico a partir del mencionado tramo del corredor en Cellophane se une la prolongación 'low cost' del trazado impulsada en 2014 con carácter provisional y ya asumida como permanente a pesar de estar fuera de lo dispuesto en el Plan General de Ordenación Urbana.

Este segmento refleja la cara totalmente opuesta de la propuesta de los arquitectos suizos y el siguiente paso será ampliar el tramo hasta el cruce con la N-120 también en precario. En esta zona el doble carril se reduce a uno por sentido, pierde el carril bici, las marquesinas del transporte público y antiguas farolas que ya habían cumplido su cometido iluminan de aquella manera el recorrido ajenas a las 'lágrimas' colgantes del bulevar.

Tampoco los tramos finalizados se salvan de su particular desmarque del planteamiento aprobado para el corredor. Los 120 millones de euros de presupuesto contemplados para la puesta en marcha de los 12 kilómetros de recorrido del tranvía hicieron inviable su instalación cuando ya se debatía sobre el modelo de los convoyes a implantar. La plataforma instalada en el carril derecho quedó reservada al transporte público, si bien el puntual paso de los taxis y del autobús municipal deja este lado de la calzada infrautilizado.

El mobiliario también ha sufrido sus avatares por la dificultad y el alto coste de su mantenimiento, sobre todo en el caso de los elementos circulares. El vandalismo hizo mella desde la inauguración de los primeros tramos y los destrozos de los listones han provocado muchos dolores de cabeza al Ayuntamiento, que pronto alegó dificultades técnicas y económicas para conservar de forma decente un bulevar que siempre fue objeto de debate.

El desmarque del masterplan de Herzog y De Meuron pudo ser aún mayor de haberse modificado la naturaleza del trazado reservado al tráfico rodado. De un lado, en 2019 se planteó la construcción de tres rotondas en Siervas de Jesús, Bonifacio Zamora y La Nevera con un presupuesto de 1,5 millones de euros. De otro, en enero de este año se puso en práctica una propuesta que estaba en la calle desde el primer día: la posibilidad de girar a la izquierda. 

La prueba resultó un fiasco y solo provocó retenciones de 15 minutos. Así evoluciona un bulevar que, pese a todo, aún está en disposición de 'coser' en el futuro todos esos aspectos que aún están pendientes.