La limpieza de grafitis sube un 60% en los inmuebles de Aranda

L.N. / Aranda
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El Ayuntamiento, que prevé acometer un borrado global en todos los barrios, lleva registradas 256 intervenciones en edificios de particulares. Se trabaja para detectar nuevos puntos negros

La limpieza de grafitis sube un 60% en los inmuebles de Aranda con una campaña puerta a puerta. - Foto: L.N.

Grafitis por aquí y por allá. Por absolutamente todos los barrios de Aranda de Duero. Desde hace tiempo las pintadas colonizan buena parte de las fachadas de los edificios residenciales así como un sinfín de elementos del mobiliario público, desde bancos a papeleras y hasta farolas. De este tipo de actos vandálicos tampoco se han librado algunos de los monumentos más emblemáticos de la capital ribereña, como la iglesia de San Juan o la ermita de la Virgen de las Viñas, donde hace apenas un mes y medio apareció una pintada de un tamaño más que considerable. En paralelo, el Ayuntamiento encadena varios años de lucha contra esta 'plaga' desde diversos ámbitos, sobre todo con la vigilancia de la Policía Local (que ha sorprendido in fraganti a más de un grafitero) y con la tramitación de las correspondientes sanciones y la limpieza de las firmas desde Medio Ambiente.  

Una labor, esta última, que ha crecido de manera considerable este año. Desde enero hasta mayo, en el Consistorio arandino llevan contabilizadas 256 intervenciones en edificios de particulares. De ellas, 86 limpiezas se han efectuado a petición de los propietarios y el resto se han acometido tras realizar una campaña 'puerta a puerta' cuando se localiza un inmueble con pintadas. Según detalla el edil de Medio Ambiente, Carlos Medina, el técnico municipal que trabaja como responsable de que se cumpla el contrato de limpieza de las calles realiza de manera habitual un recorrido por una zona específica de Aranda, detecta los grafitis que hay o que han vuelto a aparecer tras limpiar y lo pone en conocimiento de la empresa adjudicataria para que proceda a su borrado. Esta fórmula 'puerta a puerta' se ha puesto en marcha recientemente y se trata de un servicio gratuito, que requiere de autorización previa de los particulares. «Cuando son bajos y locales comerciales se requiere, además, presentar el certificado de que están al día fiscalmente con el Ayuntamiento», añade el concejal. 

Esas 256 intervenciones suponen un 59% más que todas las limpiezas de grafitis realizadas en edificios de particulares en 2022, un ejercicio que terminó con 161 actuaciones, según los datos que manejan en el Ayuntamiento. En 2021, se acometieron 104 intervenciones; en 2020, 57 y en 2019; 62. «Va a más porque el problema ha ido a más y también porque se conoce más este servicio. Ahora se hace de forma proactiva», indica Medina.

No obstante, no todos los propietarios contactados han querido acogerse a este servicio y algunos no han dado su autorización. Normalmente, suele tratarse de casos en los que una propiedad con pintadas está pendiente de reparto por herencias. En cuanto al tiempo que se tarda en limpiar los bloques residenciales, el edil apunta que «es muy relativo», ya que depende del tamaño, el tipo de superficie y el tipo de pintura. «Es un trabajo exigente y requiere una labor constante, sobre todo porque hay repintadas y muchas veces toca volver a limpiar o pintar de forma periódica la misma superficie». En cuanto a personal, la empresa adjudicataria cuenta con un peón especialista y un furgón hidrolimpiador, que durante un tiempo se reforzó con otro peón y un vehículo auxiliar «porque no daban abasto», pero ese refuerzo ya ha terminado. 

«Mantenerlo a raya». En este momento, desde Medio Ambiente se está haciendo un seguimiento de la limpieza que se realizó en el casco histórico, «localizando nuevas pintadas y comprobando el estado en el que se hallan las superficies limpiadas en su día», ya que en «muchos casos toca hacer repaso», dice Medina, al tiempo que remarca que su labor principal pasa por «identificar nuevos puntos negros y mantener a raya lo ya limpiado». 

Especialmente, en el tramo que va desde la plaza de la Constitución hasta la Plaza Mayor, una de las zonas más castigadas por los grafiteros. «Se nota, sobre todo, en el centro, aunque este problema existe en todos los barrios», admite el concejal. Tras esta etapa, en el Ayuntamiento de Aranda tienen previsto acometer una campaña extensiva a todos los barrios, así como trabajar más «en una educación ambiental en condiciones».