Aranda retomará los bonos al consumo en 2024

L.N. / Aranda
-

En el sector reclaman al Ayuntamiento que impulse al menos una campaña al año, siempre que no se repitan los errores de 2021. Mientras, en Roa no se plantean este tipo de iniciativas

Varias mujeres miran el escaparate de una tienda de moda en la calle Isilla, principal arteria comercial de Aranda. - Foto: Jesús J. Matías

Mientras que en Burgos y Miranda de Ebro se hallan inmersos en su cuarta campaña de bonos al consumo, en Aranda de Duero habrá que esperar hasta el próximo año para que, en todo caso, se materialice la segunda. La intención del Ayuntamiento de la capital ribereña pasa por retomar esta iniciativa. Así lo expone la concejala de Comercio, Belén Esteban, quien plantea una fórmula «totalmente modificada para no repetir los errores del pasado». Algo en lo que coinciden la inmensa mayoría de los comerciantes, ya que la única campaña de Aranda Bonos, aparte de llegar con meses de retraso y no ejecutarse hasta el otoño de 2021, se llevó a cabo con una fórmula lesiva económicamente para los establecimientos, que se toparon con una carga fiscal adicional al tramitarse como una subvención directa. 

Por eso, cada vez son más las voces que reclaman copiar el modelo que utilizan en Burgos. La propia concejala del Consistorio arandino califica lo sucedido con los bonos al consumo de «desastre» y avanza que en la Asociación de Comerciantes de Aranda (Acoa) le han planteado, precisamente, replicar el formato empleado por el Ayuntamiento de la capital de la provincia. En su cuarta campaña, que debería estar operativa antes de Navidad y que cuenta con 1,5 millones de euros, cada tique tiene un valor de 10 euros (seis los aporta el Ayuntamiento de Burgos y cuatro el ciudadano) y se pueden comprar un máximo de 15 en el caso del comercio. Mientras, en la hostelería se podrá optar entre comprar bonos de 5 o 10 euros. Nada que ver con la fórmula escogida en Aranda: cada empadronado en la capital ribereña disponía de un bono de 14 euros para gastar en única compra superior a 28 euros. Bastaba con presentar el DNI en el comercio escogido para que se aplicara el citado descuento. Una sola vez.

Pues bien, la única campaña terminó con 10.746 vales utilizados, que representaron el 40% del total, cuando en Burgos o Miranda se suelen agotar. «Deberían copiar el modelo de Burgos. Si en otros sitios funciona es mejor fijarse en cómo lo hacen en lugar de inventar fórmulas nuevas», apunta Jose Herrero, el dueño de la tienda Un lugar en el mundo, mientras critica que la primera campaña en Aranda «se hizo tarde y mal, no se gastó todo el dinero presupuestado y tampoco hubo autocrítica». Algo en lo que coincide Ángela González, gerente de Kuucadas. «Aquello no tenía ni pies ni cabeza. Si salió mal, que se pongan las pilas y se haga bien, que se informen en el Ayuntamiento y pregunten lo que funciona», apunta, mientras aclara que «todo lo que sea hacer cosas me parece bien».

Ante estas circunstancias, Belén Esteban baraja gestionar la futura campaña de Aranda Bonos con una aplicación que «sea mucho más fácil, una especie de tarjeta monedero» que sirva para todos los comercios que se quieran adherir a esta iniciativa. En cualquier caso, la edil remarca que por ahora no tienen nada concretado y confía en abordar esta cuestión, tanto la parte técnica como el presupuesto a destinar, antes de que finalice el año. 

Por su parte, los responsables de varios comercios de la capital ribereña se muestran partidarios de retomar este tipo de campañas. Es el caso de Míriam Encinas, gerente de la tienda de moda Miss Cactus.  «Lo suyo sería hacer una campaña mínimo al año y si se pudiera, dos», defiende, al tiempo que recuerda que «tampoco hay tantas iniciativas» en este ámbito. Mientras, Dolores Redondo, la presidenta de la Asociación de Comerciantes de Santa Catalina, confía en que en 2024 se haga «mejor», tal como sucede en multitud de ciudades «donde se realizan varias campañas al año en los meses con menor volumen de compras». A su juicio, «vendría bien tanto para el comercio como para el consumidor». Al final, continúa, «el comercio es indispensable». Sin embargo, en los últimos años el goteo de cierres no cesa y tampoco existe relevo para quienes se jubilan. 

«Aranda nos absorbe». Mientras, en el Ayuntamiento de Roa de Duero no se plantean poner en marcha una campaña de bonos al consumo. Algunos comercios se adhirieron al programa lanzado por la Diputación de Burgos, pero a nivel municipal no se da tal intención.Su alcalde,David Colinas, lamenta que «la proximidad con Aranda nos absorbe mucho». A pesar de que sí que existen diversos establecimientos en la localidad raudense, muchos vecinos optan por comprar en Aranda, así que «los comercios se van cerrando».