Rocío Martínez

Pegada a la tierra

Rocío Martínez


Navidades en bikini

26/11/2023

Entre el cambio climático y el afán por ser los primeros en encender las luces, a este paso vamos a celebrar la Navidad en bikini. Porque sí, a estas alturas, aún en noviembre, ya tenemos media España encendida, en el sentido luminoso de la palabra, aunque en el otro, el del cabreo, también está la cosa on fire… y lo que te rondaré. 

Casi como lo de la tortilla de patata, con cebolla o sin cebolla, (sin, por favor) esto de la Navidad es casi cuestión de bandos. De los fans a los Grinch. Y sin ser yo tampoco una entusiasta feroz de estas fechas que nos evidencian demasiado las sillas vacías… lo de las luces, me encanta. ¡Bien de brilli, brilli, siempre! en moda, maquillaje o en las farolas. 

En Burgos esperaremos a estrenar diciembre para iluminar nuestras calles con esas bombillas que, bajo el pretexto de llenarnos de paz y amor, nos incitan a abrir la cartera y sacar, precisamente, brillo a la tarjeta de crédito. Que al final de eso se trata, claro. 

Por eso asistimos a una auténtica competición en la que, por fechas, tomó la delantera, Estepa, sí la de los polvorones, que le dio al interruptor navideño el 3 de noviembre. Sospecho que con la intención de que le demos al mantecado durante, ¡dos meses! Y eso, no hay ni gimnasio que lo arregle. 

Lo de las luces me ha hecho muy fan del alcalde de Vigo, que ha hecho del alumbrado navideño una campaña turística eficiente como pocas. Tiene además el señor Caballero ese punto fanfarrón simpático colocando su ciudad en la mesa de Nueva York o Londres. ¡Pues claro que sí! Para los alcaldes, su ciudad debe ser como para los abuelos, sus nietos, la mejor del mundo. Vigo es ya la ciudad de las luces, una etiqueta que llena sus hoteles, que incrementa su turismo, asegura el alcalde, todo el año. 

Tomar la delantera, y saber venderte, te deja como símbolo que marca tendencia. Algo parecido a los de los pinchos. Ahora ya los puedes degustar en casi todas las ciudades, hacerlo en la nuestra es una de mis actividades favoritas, pero si decimos pinchos pensamos en San Sebastián, ¿verdad? 

Este año, Madrid o Valladolid encendieron antes que la ciudad gallega. Pero el árbol más alto ¡de Europa! lo encontramos en un pueblo, casi de cuento, aquí cerquita, en Cartes, Cantabria. ¡65 metros! 25 más que el de Vigo. Y es que viendo cómo les ha ido a los vigueses, se ha desatado toda una guerra de luces. Y tal y como están las cosas, bienvenida esa guerra, que de las otras ya tenemos bastantes. Aunque unamos casi la playa con Mariah Carey.