Las ayudas a la investigación siempre son bienvenidas en las universidades, ya sea para el desarrollo de proyectos o para la incorporación de científicos de excelencia que refuercen y fomenten su prestigio. La última convocatoria publicada por la Consejería de Educación hace una semana incluye el lanzamiento de un nuevo programa para la llegada a Castilla y León de profesionales de alto impacto. Lo llamativo de la misma es que recoge como «prioritarios» a los candidatos que «hayan sido galardonados con el premio Nobel». Tal requisito no ha tardado en saltar a las redes sociales, con comentarios que van entre la incredulidad y el sarcasmo, además de protagonizar las conversiones del profesorado de la Universidad de Burgos, que, incluso, en algún caso llega a calificar el programa de «ocurrencia y despropósito».
Los chascarrillos no han faltado entre compañeros del campus local, quienes reconocen que las elevadas exigencias han provocado más de una «sonrisa» y alguna que otra broma. Porque a ellas, se añaden otras particularidades como la duración de los contratos, por un periodo mínimo de seis meses y un máximo de doce. No obstante, fuentes consultadas por este periódico atribuyen ese tiempo limitado a una cuestión normativa dado que «las figuras docentes no permanentes no se encuentran todavía bien reguladas en España».
El bautizado como programa Andrés Laguna, en honor al médico segoviano de Carlos V y Felipe II, cuenta con una importante dotación económica que asciende a 1,5 millones de euros en esta primera anualidad, aunque movilizará seis millones que «podrían ampliarse si fuera necesario», tal y como explica la Consejería en nota de prensa. El profesorado valora ese importe, no sin tildarlo de «astronómico para lo que queda de año», y el fondo de la convocatoria, aunque defiende también la necesidad de «formar nuevos investigadores» y «cuidar el talento» de los que trabajan en la Universidad de Burgos, preocupándose por la estabilización y la mejora de las condiciones del Personal Docente e Investigador (PDI) y evitar así su fuga tanto de la provincia como del territorio nacional a otros países.
La convocatoria de la Junta justifica que la incorporación de premios Nobel, así como de otros de similar reconocimiento como el Abel (concedido por el Rey de Noruega) o las Medallas Fields, consideradas como el Nobel de Matemáticas, «reportan considerables beneficios en el corto y medio plazo, en el sistema universitario público de la Comunidad». Las instituciones académicas públicas de Castilla y León, además del CSIC, podrán presentar propuestas de incorporación hasta el 1 de septiembre. Una tarea que no parece fácil por las dificultades con las que se encuentran desde hace años la mayoría de campus, incluido el de Burgos, para atraer a científicos del programa de excelencia Ramón y Cajal del Ministerio de Ciencia, al que se reserva por ley el 15% de las plazas de la Oferta de Empleo Público y que la mayoría de las ocasiones se quedan desiertas (...).
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