La madrugada del pasado miércoles acabó con un tiroteo en la céntrica calle Ramón y Cajal que dejó tres heridos leves y cuatro detenidos. Al parecer, la disputa comenzó tras una discusión en una sala de apuestas y juegos deportivos de la ciudad. Tanto el autor de los disparos, quien utilizó una pistola de calibre 22, como los que le agredieron se enfrentan a varios delitos y serán puestos a disposición judicial en los próximos días. Las autoridades policiales ya investigan el origen de los hechos. 

El Centro de Emergencias del 112 recibía la llamada hacia la 1 de la madrugada y al personarse se encontraron a tres varones, dos de ellos de 37 y 35 años respectivamente, con heridas de bala. Los tres tuvieron que ser atendidos en el acto y ante su gravedad, se les trasladó al hospital más cercano.  Dos en una ambulancia de soporte vital básico y el otro en una UVI Móvil. Todos ellos al hospital más cercano, el Santiago Apóstol. En este sentido, se encuentran fuera de peligro, ya que las balas no consiguieron alcanzar zonas vitales del cuerpo. El plomo utilizado, de calibre 22, es un habitual en las prácticas deportivas. De hecho, en un primer momento se informó de que se trataba de una pistola de balines. Sin embargo, significaba fuego real y el incidente pudo acabar en tragedia. 

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