La falta de salas en los juzgados obliga a usar la de Menores

F.L.D. / Burgos
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La extitular, Blanca Subiñas, hizo constar esta problemática en su último informe del órgano

El juzgado tiene un acceso independiente para facilitar la intimidad de los adolescentes. - Foto: Valdivielso

La crisis del coronavirus trastocó el día a día de los juzgados de Reyes Católicos hasta el punto de limitar el uso de las salas y los señalamientos para que el trajín de personal por los pasillos fuera el menor posible. El edificio sigue acusando los efectos de la pandemia, porque el incremento de procedimientos ha ocasionado que, sin que sean escasas, se ocupen las salas de vistas más de lo habitual. Eso ha provocado que un órgano como Menores, que disponía de un lugar propio para la celebración de juicios, tenga que compartirlo varias veces por semana. 

Así lo puso de manifiesto la exmagistrada titular del Juzgado de Menores, Blanca Subiñas, en su último informe de alarde, del que se dio cuenta en la última Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. La jueza cesó de sus funciones a principios del mes de octubre tras casi 20 años en dicha jurisdicción. En dicho documento señaló que el volumen de entrada de asuntos y la carga de trabajo es «razonable», pues permite atender debidamente a los justiciables y al resto de familias. El año pasado se registraron 228 procedimientos y en lo que va de 2023 se han contabilizado 157. Un nivel que califica de «muy moderado» al no alcanzar siquiera los módulos marcados por los parámetros organizativos.

El Juzgado de Menores de Burgos está formado, además de la magistrada, por una letrada de la administración de justicia y dos funcionarias. Una plantilla que considera suficiente para abordar el trabajo diario y dar una respuesta adecuada en un plazo razonable, si bien opina que haría falta «arbitrar un sistema de sustitución para que, en determinados periodos del año, no dependa el funcionamiento de la Oficina Judicial de una sola persona con las dificultades que pueden surgir». 

En cuanto a los medios materiales, Subiñas también considera que son suficientes y adecuadas, pues cuentan con acceso independiente desde la calle y antesala que hace las veces de espera para los menores. Además, está equipada con biombos para los testigos protegidos que declaran en las vistas orales. 

En este punto, la jueza manifiesta la carencia surgida a raíz de la pandemia. Y es que el Juzgado de Menores ha dejado de tener en exclusiva el uso de la sala de vistas durante todos los días de la semana. Esto sucede por el incremento de procedimientos del resto de órganos del edificio de Reyes Católicos, que precisan también de este espacio precisamente por su amplitud. Se genera, subraya, «disfunciones» cuando precisan utilizarla más de un día a la semana o son muchos los intervinientes. 

Por último, Blanca Subiñas entiende que sería «necesaria la instalación de un sistema que permitiera la videoconferencia en la sala de usos múltiples con grabación en el sistema Fidelius», así como habilitar una cámara Hesell que permita la realización de pruebas anticipadas y preconstituidas, «sin necesidad de hacer acudir a los menores a la sala de vistas y facilitar el auxilio por el equipo psicosocial», como marca la ley.