El avance de la obra de Aldi restará camiones por Los Corrales

ARSENIO BESGA
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Áridos del Norte defiende que su proyecto de una planta de hormigón «está dentro de la explotación» minera y recalca que «no hay hornos ni chimeneas, es algo mucho más sencillo que una cementera»

La producción de Áridos del Norte se ha multiplicado al proveer a las obras de Aldi, pero esto terminará «esta semana». - Foto: A.B.

La polémica por la planta de hormigón que pretende instalar la empresa Áridos del Norte aún recorre las calles de Bardauri, Los Corrales y Fuentecaliente. Ahora bien, la compañía asegura que su iniciativa no generará problemas añadidos a los vecinos de estas zonas. Es más, los responsables de la firma avisan de que «esta misma semana» caerá en picado el incesante tráfico de camiones, porque las obras de Aldi avanzan con paso firme y dejará de necesitar arena dentro de unos días. «Hemos estado llevando material para esos trabajos y nuestra producción ha crecido más del doble, pero es algo temporal y luego la zona ya no va a tener ese tránsito», explican desde la promotora de la planta de hormigón.

Además, en Áridos del Norte aclaran que necesitan levantar esa instalación en Miranda para «dar servicio a la ciudad y a su entorno, sin contaminar tanto y reduciendo el gasto en transporte». Eso sí, avanzan que, cuando la planta de hormigón esté operativa, los vecinos de, por ejemplo, Los Corrales no tendrán «porqué notar más movimiento de camiones en la zona, porque en lugar de salir en árido va a salir en hormigón». «Incluso pueden tener menos, porque hacia la zona de Pancorbo no saldrán por delante de la urbanización», explican en la empresa.

Con todo, reconocen que «el hormigón está considerada como actividad molesta y tiene sus filtros». Pese a ello, destacan que «si hasta ahora toda la explotación no genera ni ruido ni polvo, la planta de hormigón no va a generar más». Precisamente, en Áridos del Norte salen al paso de las críticas y recuerdan que su proyecto no supondrá una ampliación del terreno que ocupan, puesto que «está dentro de la explotación» minera actual. En este sentido, apuntan que «el negocio paralelo y lógico de la gravera es sacarlo en forma de hormigón», de ahí su necesidad por encarar esta iniciativa.

Unido a ello, niegan que se vaya a crear una instalación que genere gases o que tenga un impacto medioambiental muy elevado. Según dicen los responsables, «se trata de una planta muy simple y acorde a las necesidades de Miranda». «Están confundiendo lo que va a ser, porque no hay hornos, ni chimeneas, es algo mucho más sencillo, no una cementera», recalcan con insistencia desde Áridos del Norte.

Convivencia. La empresa promotora del polémico proyecto asegura que no desea tener ningún problema con las personas que habitan la zona y que solo busca que los nueve individuos que operan en su explotación «puedan trabajar». En este sentido, los responsables de la compañía subrayan que «solo queremos paz con los vecinos, que ellos vivan tranquilos y nosotros podamos hacer nuestra actividad». «Tenemos que convivir», sentencian.

La entidad sostiene que hará lo posible para lograrlo. De hecho, pone como ejemplo que tras las quejas de los residentes de Los Corrales, Bardauri y Fuentecaliente porque los camiones viajaban sin cubrir su carga, los responsables de Áridos del Norte hablaron con los conductores para erradicar esa forma de operar. «Había quienes protestaban, con toda la razón, y ahora no les cargamos si no salen con el toldo puesto», remarcan.