Nuevos aires soplan por el Casco Viejo de Miranda

A.B. / Miranda
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Los hosteleros de la plaza de España multiplican las actividades para «recuperar» el barrio y «volver a atraer a gente de forma regular»

El concierto de La Regadera en San Juan del Monte triunfó entre los mirandeses. - Foto: DB

Los años dorados del Casco Viejo ya quedaron atrás. ¿O quizás no? Durante mucho tiempo la pérdida de población y de actividad del barrio ha preocupado a los vecinos de la ciudad del Ebro. Sin embargo, los pasos para cambiar el rumbo no llegaban. Hasta ahora. Varios sectores se han implicado de lleno en revitalizar las callejuelas que esconden la historia de Miranda. Entre ellos se encuentran los hosteleros y, más particularmente, los de la plaza de España. Según relatan los propietarios de estos pequeños negocios, «hay un movimiento de recuperación en cuanto al ocio y la cultura y en cuanto al tema urbanístico», dos cuestiones que van de la mano porque «si se consigue volver a atraer a gente de forma regular, habrá esa recuperación urbanística, y viceversa».

A nadie se le escapa que esta parte de Miranda «siempre estuvo asociada a desfase», como exponen estos pequeños empresarios. Según describen, «aquella época murió», pero eso no quiere decir que también lo hiciera el propio barrio. Y es que los dueños de estos bares consideran que «igual que en el resto de la ciudad la forma de ocio ha mutado, en la Parte Vieja también», de tal manera que ahora «hay una oferta importante de locales a nivel gastronómico y de bares normales». Pero la cosa va a más, pues se están esforzando por sacar a relucir el enorme «potencial» que tienen rincones como la propia plaza de España. En este sentido, toman como ejemplo otros municipios cercanos, como Bilbao o Vitoria, cuyos centros históricos «también eran las zonas por las que se salía de noche y ahora la oferta cultural está allí». 

Hasta hace algo más de un año, el barrio contaba con dos actividades principales. Por un lado, la Quedada y, por otro, Distrito de Domingo. A ojos de algunos establecimientos alojados en la plaza de España, la primera debe continuar, pero sin que los ciudadanos «se queden solo con la imagen de lo que fue la Parte Vieja y lo que no va a volver a ser»; mientras que la segunda «funcionó, pero haciendo lo mismo no puede seguir funcionando durante veinte años». Ante esta realidad han optado por transformarse, mantener aquello que existe y ampliar su programación cultural y de ocio, porque por ahora «Miranda tiene bastante oferta, pero a veces es bastante monótona».

La plaza de España ha acogido desde el Oktoberfest a tardes de ajedrez.La plaza de España ha acogido desde el Oktoberfest a tardes de ajedrez. - Foto: DB

Algunos hosteleros del barrio están apostando por «hacer cosas nuevas y con ideas originales, diferentes a las que había». La más reciente han sido las campanadas, en las que se dio la bienvenida al Año Nuevo comiendo uvas de gominola, pero realmente durante todo 2023 ya hubo un goteo constante de grandes momentos. Por ejemplo, La Regadera saltó al escenario en San Juan del Monte, dando un giro de 180 grados a la celebración. Según recuerdan desde la plaza de España, «la Parte Vieja ni abría el domingo de fiestas y con ese concierto lo monopolizó, fue una apuesta arriesgada, pero salió muy bien». 

Estos establecimientos han creado incluso sus propias fiestas. Hace apenas unos meses la plaza de España se engalanó con ropajes bávaros y estalló de júbilo con el Oktoberfest. Los bares que lo organizaron reconocen que fue un éxito, aunque solamente se alzó como una piedra más en la enorme montaña que están construyendo. Los conciertos en mitad de la plaza se han convertido en algo más que frecuente, con protagonistas como Efecto Bukowski o Quantum Space; y, además, también organizan actividades dentro de diferentes locales. Por ejemplo, durante la Navidad el bar Tómbola, el Tertulia y La Rayuela compartieron sesiones de magia. Precisamente, el último ha acaparado una programación estable de actuaciones musicales, acompañadas por diversas actividades, como microteatro o sesiones de ajedrez, a las que se suma el hecho de que acogió tanto el Ebropeque como parte del festival El Chantre.

Fiestas de Altamira. Los hosteleros de la plaza de España llevan a cabo un sinfín de eventos a lo largo del año y el propio Ayuntamiento también organiza algunas actividades, ferias y demás citas ya tradicionales. No obstante, en el sector consideran que las fiestas en honor a la Virgen de Altamira deberían tener más impacto en el barrio. Por eso mismo reclaman que al menos el 10% del presupuesto de la celebración de septiembre se invierta en eventos repartidos por esta zona concreta. Y es que creen que «siendo 400.000 euros, un 10% sería justo que se llevara a la Parte Vieja, que con ello ya se pueden hacer cosas interesantes y actualmente no hay ni un 1%».