La preocupación por la drogodependencia a nivel local no es nueva. El plan que está en vigor se elaboró en 1997 y se completó con una ordenanza en 2002, que fue necesario actualizar en 2017. La nueva realidad juvenil con diferentes formas de ocio y la irrupción de las nuevas tecnologías obliga a su revisión. Al margen de los tradicionales botellones al aire libre, el aumento del fenómeno de los chamizos o las denominadas adicciones sin sustancia (videojuegos, juegos de azar online, al móvil...) hacen más complicada cualquier intervención destinada a la prevención y freno a este fenómeno, de ahí que el nuevo plan municipal de drogas haya añadido también las conductas adictivas.
Además de hacer una radiografía, el borrador propone una serie de recomendaciones para la prevención en todos los ámbitos: escolar, familiar, laboral y comunitario. Por ejemplo, en el escolar, se plantea un plan para cada curso con el objetivo de que los alumnos y alumnas adquieran información, conocimiento y habilidades para adoptar comportamientos que no deriven en el consumo de sustancias. En este sentido, se propone la prevención a través de las artes escénicas o el deporte y la formación del profesorado y la elaboración de una guía de detección precoz.
En el caso de las familias se apuesta por su participación en programas de asesoramiento y orientación así como el fomento de hábitos saludables en este entorno. Los redactores del plan también plantean programas en el ámbito laboral con especial atención a reducir el consumo de alcohol y el tabaco. En el ámbito comunitario se propone fomentar el ocio juvenil saludable, algo que el Ayuntamiento ya ha puesto en marcha.
Se sugiere la creación de un servicio de información y orientación municipal a las familias sobre las drogas y campañas de sensibilización mediante jornadas, cursos, redes sociales o formación de mediadores sociales como agentes preventivos.
También se valora la red de organizaciones que hay en la ciudad y que colaboran con el Ayuntamiento en la prevención y en la atención como Fundación Candeal, Arbu, Aclad, Juan Soñador o la Asociación contra el cáncer. El borrador del documento se ha dado a conocer a los integrantes del Consejo Sectorial de Juventud, un órgano asesor municipal, con el objetivo de que las asociaciones juveniles que lo integran y los partidos políticos hagan aportaciones antes de que sea definitivo.