A eso de las diez de la mañana del 8 de julio de 2019, Biser K. entró en el cuartel de la Guardia Civil de Salas de los Infantes para confesar el asesinato de su pareja, Monika Asenova, de 29 años. Según relató a los agentes, le asestó decenas de cuchilladas y posteriormente cayó por la ventana del salón hasta la calle Jesús Aparicio de la localidad, donde la encontró una vecina. De aquel crimen que conmocionó a la provincia, y especialmente a la comarca de Pinares, se cumplen ahora dos años sin que su autor reconocido se haya sentado aún en el banquillo. Los numerosos informes periciales solicitados por las partes y la pandemia han retrasado la instrucción. Por eso, el Ministerio Fiscal y las acusaciones particulares han solicitado que se prorrogue la medida de prisión provisional por otros dos años. Instancia a la que, con toda seguridad, dará el visto bueno la jueza.
La magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Salas acordó el ingreso de Biser K. en la prisión de Burgos dos días después del asesinato de la joven Monika. Tanto su declaración como la de otros testigos se prolongó durante varias horas. La jornada anterior, la Guardia Civil detuvo también a su hermano Yuliyan al conocerse que podría haber estado implicado en varios episodios de maltrato. La jueza le dejó libre aunque continuó como investigado en este caso.
En esa instrucción se ha estado indagando en otros hechos de violencia de género hacia Monika Asenova, algunos de ellos los describió a sus allegados a través de Whatsapp. De hecho, ésta llegó a denunciarle en 2011 por una agresión machista pero finalmente se retractó ante el juez, que archivó el caso. Días antes de que ocurriera el terrible suceso, se produjo un incendio en la casa en la que ambos convivían y muchos vecinos apuntaron a que él fue el autor. Tras ese suceso, la joven se trasladó a SanLeonardo de Yagüe junto a su padre. La mañana del 8 de julio de 2019 fue a su domicilio para recoger algunos enseres y allí comunicó a Biser K. que no quería mantener la relación. Éste le asestó varias decenas de puñaladas, según reveló la autopsia, si bien a la Guardia Civil negó que la empujara por la ventana, sino que ésta cayó en un intento por salvar su vida.
Pese a que él mismo confesó el crimen y que las investigaciones corroboran el relato, varios informes periciales han ido retrasando el procedimiento hasta transcurrir los dos años que marca la ley. Se está a la espera, por ejemplo, de que el forense determine si Biser K. padece algún trastorno psiquiátrico que pueda acarrear algún atenuante. El miércoles se celebró una vista en la que la fiscal y las acusaciones solicitaron una prórroga de la medida provisional por otros dos años.