En el valle que conforman el Peñón de Lara y la cresta del Alto Casarejo se encuentra Quintanalara, localidad perteneciente al municipio de Revilla del Campo y donde su alcalde, Rubén Heras, siempre está buscando nuevas propuestas que desarrollar, sobre todo en los ámbitos del arte, la naturaleza y la cultura, porque como señala, le gusta trabajar en algo más que calles y obras.
Uno de sus últimos proyectos se llama ‘Entrelibros’ y ya ha conseguido alcanzar su primer objetivo, reunir 10.000 ejemplares para arrancar con en el punto de ‘bookcrossing’ de Quintanalara, que está ubicado en el antiguo potro, también conocido como La Pobrera, y que será uno de los de mayor volumen de toda la red en España. Esta iniciativa se basa en una biblioteca donde se pueden intercambiar libros durante las 24 horas de los 365 días de la semana. Todos los ejemplares están registrados y se sabe por donde viajan.
«Empezamos en octubre a recoger los libros, ya hemos logrado el objetivo de los 10.000, pero siguen llegando más. La idea es poderlo inaugurar en mayo o junio y me gustaría poder contar con la presencia de escritores burgaleses, hacer alguna mesa redonda y crear exposiciones vinculadas con la literatura. Después daremos continuidad a este proyecto y trabajaremos en pro de la lectura», explica Heras, que tiene otras iniciativas, como lograr una mayor presencia de Quintanalara en las redes sociales, para poder tener una comunicación más directa, y también una página web propia.
Otra iniciativa reciente de la Junta Administrativa de Quintanalara, que es un éxito, es la Feria de la Trufa Negra de Burgos, que comenzó a celebrarse en enero del año pasado y que ha acogido este año la segunda edición con más éxito si cabe que la primera. La feria consiste en promocionar y dar a conocer este producto, que entre otros sitios crece de forma silvestre en la localidad, a través de stands donde se vende el propio hongo y productos relacionados con la truficultura. Esta feria se completa con degustación de pinchos trufados, exhibición de recogida de trufa con perros, shows cooking y conferencias sobre la materia. Un fin de semana que huele y sabe a trufa y acoge a varios cientos de personas.
Hoy mismo, el Salón Municipal de la localidad acoge, como cada año, el festival Tordorock. Dará comienzo a las 00.30 horas y se podrá disfruta de tres grupos, La Vieja Escuela, Leñote y Burgacius. El nombre del festival se toma de la palabra tordo, como se conoce a los habitantes de esta localidad. En cuanto al arte, están valorando celebrar una nueva edición de Tralara, la muestra de arte de Quintanalara que fue un éxito en el verano del 2014.
Quintanalara, además, es uno de los pocos pueblos donde se sigue elaborando carbón de manera vegetal gracias a José Antonio González, que se resiste a abandonar esta actividad que se lleva practicado desde hace muchísimos años en la localidad. Cada vecino tenía uno, por lo que podía llegar a haber hasta treinta hornos encendidos, lo que daba, y sigue dando, un olor característico.
En cuanto a monumentos, el más importante es la iglesia, dedicada a San Pantaleón. Su edificación se inicia en el siglo XVI en estilo tardogótico. En el siglo XVIII, y de estilo gótico, se añaden dos naves a la central una por cada lado, añadiendo de igual forma la sacristía y acabando la torre. «Posee tres retablos, el central adosado a un espacio preparado para ello, poco común en las iglesias de la zona, es del siglo XVII y su sagrario parece ser anterior a esta época. Los otros dos están dedicados a la Virgen del Rosario y el otro a San José, del siglo XVIII», señala Rubén Heras.